"Sublime 9!", tuiteó Rod Laver después de que Novak Djokovic conquistara su noveno título en el Abierto de Australia. "Un trabajo brillante, bajo presión y en momentos muy difíciles. Sigues mostrando al mundo el gran campeón que eres y toda la fuerza de tu voluntad!" , valoraba la leyenda del tenis australiano, poseedor de dos Grand Slam (1962 y 1969).

Un triunfo que el próximo 8 de marzo permitirá a Djokovic certificar el récord de 311 semanas como número 1, superando las 310 semanas que tiene Roger Federer. El tenista serbio ocupa este lunes la primera plaza con 12.030 puntos, por delante de Rafael Nadal (9.045) y Daniil Medvedev (9.735), que tras ser finalista en Melbourne, ha superado a Dominic Thiem (9.125).

"Ser el tenista con más semanas como número 1 de la historia supone un alivio para mi", admitía el serbio tras su victoria en Melbourne el domingo. Ahora, una vez saltado ese listón, Djokovic quiere convertirse en el tenista con más títulos grandes, en la carrera que mantiene con Federer y Nadal desde hace tiempo. "Voy a centrarme en los Grand Slams que es donde quiero ser el mejor", anunció tras ganar el 18 y situarse a dos de sus rivales directos.

Cuestión de tiempo

Djokovic es consciente de que la misión no va a ser fácil. "Me va a costar levantar otra copa. Detrás vienen unos jóvenes hambrientos de títulos y va a ser difícil ganarles, no solo para mí, sino también para Roger o Rafa. Es una cuestión biológica. Pero creo que, de momento, aún nos las arreglamos para jugar nuestro mejor tenis en los grandes torneos. Sabemos cómo ganar partidos a cinco sets en superficies distintas", recalcó con orgullo.

La victoria ante Medvedev y la contundencia en como la consiguió (7-5, 6-2, 6-2) anima a Djokovic que, a sus 33 años, reconoce el peligro de la nueva generación a la que días antes animó a "mover el culo". El número 1 destaca a Medvedev, Tsitsipas y Zverev como los mejor posicionados para desbancar al 'Big Three' que ha dominado los grandes escenarios del tenis, desde hace dos décadas, y que se ha repartido 58 Grand Slams, desde que Federer ganara el primero en 2003. Ya han ganado el Master, varios torneos Masters 1.000 y han jugado finales o semifinales de Grand Slam. Así que todo es cuestión de tiempo, pero espero que no sea pronto .

Papel de malo

En la batalla por ser el mejor tenista de la historia a Djokovic le ha tocado el papel de malo de la película. Y en Melbourne la situación se ha hecho evidente de nuevo. Si Federer encarna la perfección hecha tenista, Nadal el trabajo y la humildad sobre una pista, de Djokovic molesta su verborrea y ambición.

El número 1 mundial ha sido criticado por Nadal y Federer por lanzar la nueva asociación de tenistas (PPTA) para defender los intereses de los tenistas enfrentados a la ATP, cuando ellos eran partidarios de la unidad. En la pista se ha destacado su comportamiento visceral, como el que le costó la descalificación en el pasado Abierto de Estados Unidos.

Una lesión dudosa

En Melbourne, algunos de sus compañeros y los medios de comunicación han dudado de la lesión de abdominales que tuvo en tercera ronda ante Taylor Fritz. Una lesión por la que Djokovic llegó a pensar en la retirada. "Si no fuera un Grand Slam habría abandonado", dijo. Pero después no le impidió ganar el título mostrando una forma física espectacular.

"Sé que mi lesión dio lugar a mucha especulación, la gente se preguntaba cómo podría recuperarme tan rápido si estaba realmente lesionado. Todos tienen derecho a criticar. Pero solo puedo decir que es injusto", recalcó Djokovic. El número 1 asegura que está vacunado ante esas situaciones. "Ya tengo una piel curtida. No me gusta que me ataquen abiertamente en la prensa. Soy humano como cualquier persona. Pero eso me sirve para concentrarme en lo más importante para mi".