El serbio Novak Djokovic se convirtió ayer en el primer tenista en ganar dos veces consecutivas el Másters 1.000 de París-Bercy, al derrotar en la final al canadiense Milos Raonic por 6-2, 6-3 en una hora y 23 minutos, y reforzó su puesto de número uno del mundo, acechado por el suizo Roger Federer. Únicamente tiene que ganar tres partidos en el Másters de Londres para garantizarse acabar por tercer año en la cima del ránking.

Djokovic, de 27 años, sumó en el pabellón cubierto de París su victoria número 600, su vigésimo Másters 1.000, a tres de Federer y a siete del español Rafael Nadal, y su sexto título del año, tras los de Wimbledon, Indian Wells, Miami, Roma y Pekín.

Es la tercera vez que el serbio vence en Bercy, un torneo maldito por situarse al final de la temporada, cuando las fuerzas son justas y los mejores del mundo prefieren dosificarlas pensando en Londres, que acarrea más puntos y prestigio. No ha sido el caso de Nole en las dos últimas ediciones. El año pasado ganó su segundo Bercy, tras el de 2009, y después repitió triunfo en la capital británica y este año se ha fijado el mismo objetivo.

En París no ha cedido un solo set, sus partidos han sido todos plácidos, incluida la final contra la revelación Raonic, un joven de 23 años que tendrá que aguardar para jubilar a la generación dominante. Djokovic saltó como una exhalación a la pista, pronto se colocó 3-0 y acabó con un cómodo 6-2. En la segunda manga repitió el 3-0 inicial, con un servicio arriba, ventaja que supo conservar hasta el final (6-3) ante Raonic, que será el primer canadiense en jugar el Másters.