Volvía el fútbol sala al Príncipe Felipe y lo hizo con la peor noticia posible: una derrota inesperada. Un desliz contra el Lobelle quizá justo, pero cuya abultada dimensión parece excesiva por lo visto ayer. La falta de recambios motivó un cansancio físico que terminó degollando al DKV en los minutos finales.

Los prolegómenos del partido, con unas 3.000 personas encaramadas a las gradas del pabellón, hacían pensar que con el empuje del público, el DKV, quinto en la tabla, se desharía de un Lobelle que transitaba por el modesto decimotercer puesto. Pero el presagio fue un espejismo engañoso y la realidad fue la contraria. Y eso que los de Chavi Ladaga se adelantaron en el marcador por medio de un Nano Modrego muy activo y que llama con insistencia a la puerta de la selección. La alegría duró un suspiro, ya que a la siguiente jugada David, máximo goleador gallego, puso el empate.

MALA SUERTE El DKV, aún con las pilas cargadas, no se achicó y utilizó su arma más mortal para adelantarse de nuevo. La sabia táctica de Ladaga volvió a tener un efecto venenoso para el rival. Modrego agujereó la red al empalmar una volea al saque de banda. Fue entonces cuando el DKV arrasó a su rival sobre la pista, pero no tuvo la suerte para sentenciar. La falta de puntería condenó a los locales que vieron impasibles cómo el Lobelle les empataba y se ponía por delante 20 segundos antes del descanso.

En la segunda parte los de Ladaga se fueron desinflando por la enorme carga física que soportaron al contar con sólo dos rotaciones desde el banquillo. Un Lobelle mucho más fresco puso tierra de por medio (2-4). Cuando peor pintaban las cosas, con la descalificación por doble amarilla de Silva, con el cupo de cinco faltas completo y dos goles en contra, surgió la garra aragonesa. Latorre e Izquierdo igualaron el marcador y levantaron a un público que creyó en la remontada. Pero el desgaste físico volvió a aparecer y el Lobelle remató a un DKV que dejó claro que cuenta con una plantilla demasiado corta aunque dentro de una semana recupere ya a Alexandre.