El DKV Seguros burló a su mala suerte ayer en Martorell en un partido lleno de suspense. Los aragoneses, limitados por las bajas de Fran Serrano, Alexandre y Paluzo, se liberaron de la racha de cinco jornadas sin conocer la victoria ante el Miró en un encuentro con dos mitades divergentes. El equipo de Ladaga ahorró una renta de goles al descanso (0-4) que le servía para planificar con tranquilidad la segunda mitad. Pero esta calma fue invadida por el suspense en una reacción del Miró que a punto estuvo de amargar la jornada a los aragoneses, que, sin embargo, supieron aguantar a base de coraje y sacrificio colectivo.

Fue un duelo en el que el DKV supo jugar sus cartas con inteligencia. Ante el lastre de las bajas, Chavi se decantó por amortizar al máximo las jugadas de estrategia con Modrego. Y bien que lo consiguió. Y pronto. A los siete segundos, en un córner, Modrego empalmó el envío de Santi para colocar el 1-0. El Miró quedó boquiabierto, noqueado ante un rival que aprovechó este lapsus para correr hacia el triunfo. En nueve minutos ya superaba a su rival por 3-0, con otros dos tantos de Modrego y Cáceres. Antes del descanso, y tras dos tiros al palo de Justo Cáceres, Modrego haría el hat-trick y el 4-0 con una volea que terminó de romper el alma de los catalanes.

DESGASTE ARBITRAL El partido parecía finiquitado, pero no fue así. El Miró salió a la carga nada más reanudarse el juego. Espoleados por el apoyo de su afición, los de Martorell desplegaron todo su empeño sobre la portería de Silva. Torras marcaba de inmediato y abría una ilusión que quedó paralizada a los pocos segundos. En la siguiente jugada, Raúl Izquierdo se fabricó el quinto de los visitantes, que a la postre sería el tanto de la victoria.

El varapalo no frenó al Miró. En los siguientes cinco minutos, los jugadores de Padú obraron el 4-5 merced a su agobiante presión sobre la defensa aragonesa, que pagó con cansancio la falta de efectivos en el banquillo. Con 13 minutos por delante, todo apuntaba a la remontada. Eso y la impresión de que los árbitros estaban rebajando su nivel de exigencia para pitar faltas a los locales. La expulsión de Santi ponía el panorama más negro, pero el empeño numantino del DKV, su hambre de triunfo y la lucidez de Silva bajo palos les permitió resistir el resultado y romper su suerte. La Liga se para hasta el 7 de febrero al jugar España el preEuropeo.