Portugal, última estación antes del despegue definitivo en la recta final del Mundial de motociclismo. Estoril, escenario del último gran premio antes de viajar rumbo a Japón, Qatar, Malaisia, Australia y regresar, tal vez para decidir los títulos, al circuito de Valencia donde, el próximo 31 de octubre, se cerrará la temporada. En el llamado cuarto gran premio de la Península Ibérica , Héctor Barberá (Aprilia) y Toni Elías (Honda) se convirtieron en los animadores de la jornada al triunfar, frente a 55.000 espectadores, muchos de ellos españoles, en las categorías de 125cc y 250cc, respectivamente. Falló Sete Gibernau (Honda), que, con el cuarto puesto en MotoGP, muy lejos de un arrebatador Valentino Rossi (Honda), impidió el soñado triplete.

Estoril trató de forma diversa a los tres líderes del Mundial. Dovizioso (Honda, 125cc) pinchó, y nunca mejor dicho, pues un clavo acabó con sus aspiraciones de consolidarse aún más en el reino de la pequeña categoría cuando era líder de la prueba. Esa oportunidad --la única vez que Dovi no puntúa-- fue, por fin, hábilmente aprovechada por Barberá para arrancarle de cuajo 25 puntos. El de Dos Aguas (Castellón) está ahora a 20 puntos del italiano.

Dani Pedrosa (Honda, 250cc), también con un clavo en su goma trasera, tuvo más suerte y pudo acabar en cuarta posición, reduciendo los daños a sólo tres puntos, los que le arrebató De Puniet (Aprilia), que sigue a 27 puntos del catalán. Y, como casi siempre, quien se llevó la mejor tajada fue el doctor , que con su sexta victoria de la temporada se aleja 29 puntos de Sete, cuarto ayer.

AUN QUEDA MUNDIAL Muchos temieron ayer que Barberá, siempre tan original, desperdiciara la ocasión que le había brindado Dovizioso. El valenciano llegó a las últimas vueltas emparejado con Kallio (KTM). Barberá hizo dos últimas vueltas magistrales y se llevó el triunfo de calle, mientras, algo más detrás, Jorge Lorenzo (Derbi) le arrebataba la tercera plaza del podio a Pablete Nieto (Aprilia), en otra última vuelta suicida. Barberá ironizó al bajar del podio: "Sé que muchos dudaban de mí. Tranquilos, tranquilos, que he aprendido la lección y esta vez no se me iba a escapar la victoria".

Toni Elías (Honda) peleó con idéntico corazón y coraje que Barberá, pero tuvo mucha más oposición que el valenciano, pues el piloto de Manresa tuvo que superar en la primera parte de la carrera a los dos grandes favoritos para el título de dos y medio , Dani Pedrosa (Honda) y Randy de Puniet (Aprilia), y se enfrentó en un pulso final espectacular a Sebastián Porto (Aprilia) que, al final le acusó, eso sí, con la boca pequeña, de correr de una forma "poco ortodoxa, poco agradable, poco correcta". Elías, que ayer recuperó su fogosidad, acabó derrotando a un prudente Porto. "Ha sido una de las carreras más duras de mi vida y estoy contentísimo. La verdad es que no me lo esperaba. Todos necesitábamos esta victoria", dijo Elías, que se abrazaba llorando a sus padres.

Mientras, Rossi impuso su ley en MotoGP. Se adueñó de la carrera desde muy pronto, aún más cuando Gibernau no encontró el ritmo y se tuvo que conformar con la cuarta plaza. Biaggi se cayó y se despide del Mundial. "Cuanto antes olvidemos este gran premio mejor, pero espero que todos aprendamos de los fallos. Hay tiempo para rectificar, aunque Rossi es cada vez más sólido", dijo Sete.