El CAI Zaragoza está más o menos donde quería estar a estas alturas de la temporada. Con cinco victorias es quinto en la ACB y en Europa se mantiene invicto en casa y, aunque ahora no esté entre los cuatro primeros, conserva todas sus opciones de clasificarse para la siguiente fase. Sin embargo, hay dos cuestiones que siguen preocupando al equipo aragonés y con cuya solución la mejora sería más que considerable: el rebote ofensivo del equipo rival y el número de pérdidas.

El conjunto de Joaquín Ruiz Lorente es paradójico en la cuestión del rebote. Sus números dicen que es el segundo equipo de la competición que más rebotes defensivos captura (27,38 por partido, solo superado por el Barcelona) pero al mismo tiempo sus rivales suelen ganarle el rebote ofensivo. Además, cuenta con el jugador de la Liga que más rechaces defensivos recoge, Stevan Jelovac, con 51, 6,4 por jornada.

Ante el Estudiantes volvió a suceder lo mismo. El CAI se llevó 29 rebotes defensivos, por encima incluso de su media, pero aún así el conjunto de Txus Vidorreta alcanzó los 16 rebotes ofensivos. El equipo madrileño lanzó a canasta 26 veces más que el aragonés, un riesgo que el CAI quiere evitar en el futuro para tener un mayor control de los partidos. El domingo también superó con creces su media de pérdidas con un total de 20, una cifra demasiado elevada que en circunstancias normales comprometería la victoria del equipo en cualquier partido.