La credibilidad de los miembros del COI vuelve a estar en entredicho, cuando aún está fresca en la memoria el escándalo de los sobornos de la candidatura de Salt Lake City a los Juegos de Invierno del 2002, que hizo tambalear los cimientos del olimpismo. Después de convocar una sesión extraordinaria del COI, en marzo de 1999, Samaranch recondujo la situación al expulsar a seis miembros, amonestar seriamente a otros nueve y forzar cuatro dimisiones, además de crear una Comisión de Etica.

El último caso de corrupción que ha salpicado al olimpismo se produjo este pasado junio, cuando un tribunal de Seúl condenó al surcoreano Kim Un-yong, uno de los cuatro vicepresidentes del COI, a dos años y medio de cárcel por malversación de 2,3 millones de euros y soborno cuando dirigía la Federación Mundial de Taekwondo. Kim, de 73 años, que fue candidato a sustituir a Samaranch, está suspendido de sus funciones desde que se abrió la investigación.