Son tantos años con la crisis en bucle que a casi nadie le asusta hablar sin tapujos de la posibilidad de que el Real Zaragoza caiga a Segunda B. Se ve bien lejana esa opción, no obstante, casi tanto como cumplir con los objetivos que otra vez se marcaron a principio de temporada. Ni hablar del ascenso directo, desde luego. En la promoción sí se piensa, aunque más como una meta ilusionante que como una realidad. El resumen general dejaría el análisis aplazado a 15 días, cuando se sepa en qué dirección se han resuelto los dos encuentros que debe afrontar el equipo de Raúl Agné en La Romareda, ante el Nástic y el Numancia.

«Después de lo del Huesca y el buen partido ante el Levante, me preocupó mucho ese partido ante un equipo tan flojo. Yo soy optimista, espero que se pongan pronto a tono José Enrique y Samaras para ver si se puede reconducir esto, aunque primero depende todo de los dos próximos partidos. Sería muy triste tener que pelear por salvarnos, aunque no veo tan mal al Zaragoza. Insisto en que en dos semanas lo veremos. Si ganamos los dos, yo creo que hay opciones de llegar al sexto puesto», dice Eugenio Vitaller, guardameta del equipo aragonés durante ocho temporadas y entrenador de porteros durante otro puñado de años. Le gustaría que Agné «no bajase los brazos», aunque «no se entienden algunas cosas que dice».

En términos parecidos se explica otro cancerbero de leyenda, Andoni Cedrún. «Yo soy siempre de pensar partido a partido, pero en este caso lo tengo claro: en los dos próximos partidos va a estar la esperanza o el sufrimiento. Para la esperanza tienen que venir dos victorias, claro. Eso es lo que te permitiría engancharte. En cualquier caso, creo que Agné tiene que aguantar hasta final de temporada. Tendrá sus errores, pero también tiene carácter para que la plantilla no baje la guardia pese a que el partido ante el Alcorcón fue un bajón».

Xavi Aguado pide más realismo. «Lo primero es ganar el próximo partido. Crear expectativas de playoffs es ilusionar sin sentido a la gente. Lo peor que puede hacer ahora el equipo es pensar en la promoción. Debe pensar en salir de abajo. Y no solo en salir de abajo, sino en cómo salir. Lógicamente, si juega como ante el Levante será más fácil ganar que si lo hace como en Alcorcón», explica el excapitán, decepcionado por el último partido: «La alineación la hubiésemos puesto todos, pero el equipo estuvo muy atrás. Si al Alcorcón se le hubiese presionado más arriba, habría tenido muchos problemas para generar juego. Fue un desengaño ver a gente como Xumetra o Lanzarote persiguiendo a los laterales rivales. Eso no puede ser. El equipo, en cierto modo, defiende mejor, pero debe buscar un juego como el día del Levante. Si insiste en plantear partidos como el del otro día, el de Murcia o el de Tenerife, sufrirá».

Otro exfutbolista, Jesús García Sanjuán, examina la realidad del Zaragoza en un tono prosaico, casi resignado. «Lo mejor es que la temporada se acabe cuanto antes. No creo que haya peligro, pero no podemos mirar a los playoffs, que están a 8 puntos y con siete equipos en medio. No todos van fallar. El equipo, además, no transmite mucho. Todos queremos que el Zaragoza sea ese equipo de los últimos 20 minutos en Huesca, pero el principio de año fue muy malo, con las derrotas ante el Girona, el Tenerife y el UCAM Murcia, y el otro día volvimos a ver ese mismo Zaragoza».

«Para mí Agné está sentenciado. Por números y por sensaciones, es peor que Milla. Si no hubiese sido el segundo entrenador de la temporada, ya habría sido destituido. Lo salvaron la victoria en Huesca y la protección de Juliá», dice el zaragozano, para quien el equipo «es la viva imagen de lo que es el club, un desconcierto absoluto», pese a que haya mejorado algún aspecto en las últimas semanas. «El equipo se ha hecho más fuerte, más robusto, pero no solo vale eso. En Segunda muchas veces los partidos se deciden en un córner o en un error puntual. Por eso el Zaragoza tiene que ofrecer mucho más. Yo salvaría a muy poca gente del equipo, ni en defensa ni en ataque».

Santi Aragón, que desde hace poco trabaja en el área de captación de futbolistas del Real Madrid, considera que el equipo debe mirar a corto plazo. «El Zaragoza debería preocuparse solo de ganar el próximo partido. En este caso, ahora que le vienen dos en casa, tiene que proponerse sacar los seis puntos. Creo que el equipo ha mejorado defensivamente, tiene que apoyarse en esas sensaciones de solidez y recuperar la confianza de medio campo hacia arriba. A ver si con la incorporación de Samaras es capaz de potenciar las virtudes atacantes. Con esa defensa que puede disponer ahora, en casa le debería valer con un solo pivote por delante, con gente rápida por las bandas y dos delanteros».

Por último, Manolo Villanova advierte de que es importante que el equipo no baje los brazos. «No descarto nada. Lo que debe hacer el Zaragoza es jugar partido a partido y ver hasta dónde llega. No se puede permitir no pensar en el descenso, pero tampoco debe olvidarse de la promoción porque debe ser un acicate. Es un buen momento para ganar dos partidos seguidos en casa, sobre todo que el equipo siga peleando, que nadie pierda la ilusión. La clave sería que el equipo pudiese ser más regular».