Cuando Marc Márquez (Honda), heptacampeón del mundo de motociclismo, pentacampeón de MotoGP y líder del Mundial con 58 puntos más que el subcampeón italiano Andrea Dovizioso (Ducati), dice que odia que la gente diga que esto ya está hecho, es porque tiene razón. No solo por respeto a mis compañeros de parrilla, no solo porque esto es deporte, no solo por el riesgo que implica ir 350 kms/h. sino porque pueden intervenir muchísimos factores, es por lo que creo que nunca hay nada decidido hasta que las matemáticas dicten lo contrario, señala el campeonísimo de Cervera (Lleida).

Y quien no lo crea que se pase esta mañana por el Institut Quirón-Dexeus donde está el valiente y aguerrido Gabri Rodrigo (Honda, Moto3), con la clavícula y la pelvis derecha rotas tras lograr hoy, sí, sí, hoy, el mejor tiempo, repito el mejor!, en los primeros ensayos del Gran Premio de la República Checa. Es a esas cosas a las que se refiere el 'gladiador' Márquez para pedir sensatez antes de proclamarlo, de nuevo, campeón. Solo en un deporte como las motos, alguien, como el bravo Rodrigo, puede pasar de su momento más feliz, de su instante de gloria (vuelta rápida), a la mesa de un quirófano y a la incertidumbre absoluta sobre si podrá, o no (estos muchachos son de acero) correr, la semana que viene, en Spielberg (Austria).

DUCATI GANÓ EL PASADO AÑO

Brno, un trazado repleto de baches, donde la MotoGP alcanza los 311 kms/h. es uno de los escenarios más bellos del Mundial. Es aquí, en mitad del bosque, donde el campeonato regresa a su actividad y donde todos los rivales que quieren amargarle el año a Márquez intentarán derrotarle. Brno y, la semana que viene, en Spielberg (Austria), son los dos escenarios donde Ducati y sus pilotos esperan repetir el cachete que le propinaron al campeón el pasado año. En Brno, venció Andrea Dovizioso, seguido de Jorge Lorenzo, entonces ducatista. Y, en Spielberg, triunfó el pentacampeón mallorquín, seguido de Márquez.

En efecto, siempre queremos ganar, siempre, pero en estos dos trazados nuestra Ducati se comporta mucho mejor así que, sí, intentaremos sorprender a Marc, aunque será difícil porque sigue muy fuerte. Coincido con él, los dos somos los grandes favoritos el domingo, reconoció ayer Dovi. Yo veo muy bien a Dovi, mucho, aunque no esté entre los tres mejores cronos del viernes (Fabio Quartararo, Marc Márquez y Jack Miller) y, también, como ya ocurría antes de irnos de vacaciones, a las Yamaha de Fabio y Maverick Viñales, confesó Márquez, satisfecho de haber completado todas las pruebas con los dos chasis y todos los neumáticos antes de que hoy, dicen, llueva y les impida seguir con el trabajo de puesta a punto.

LOS BACHES DE BRNO

Planteado así el duelo entre los dos de siempre, Márquez y Dovizioso, queda por resolver si Quartararo podrá seguir en la pelea al final del GP y si Viñales volverá a ser el que ganó en Holanda y acabó detrás de Marc, en Alemania. Todo, eso sí, en un trazado plagado, llenísimo, salpicado de decenas de baches. No hay problema, los conocemos todos (los baches) desde 1996, cuando logré aquí, precisamente aquí, la primera de mis 115 victorias. Hemos llegado, incluso, a bautizar cada bache de Brno con un nombre. Son amigos de toda la vida, bromeó Rossi.