El estadounidense Caeleb Dressel, un nadador de 20 años, se coronó en Budapest al conseguir siete medallas de oro, la última en el 4x100 estilos, en una sesión en la que se produjeron dos récords del mundo, lo cual eleva la producción a once en topes batidos en esta edición. Dressel consiguió tres oros en pruebas individuales (50 y 100 libre y 100 mariposa) y cuatro en relevos (4x100 libre, 4x100 libre mixto, 4x100 estilos mixtos y 4x100 estilos).

El dominio de los estadounidenses se escenificó con Dressel y también con Katie Ledecky, que se fue de Budapest con cinco oros (400, 800, 1.500, 4x100 y 4x200) y una sorprendente plata en los 200 libre, prueba en la que sufrió su primera gran derrota profesional a manos de la italiana Federica Pellegrini. En todo caso, el equipo de Estados Unidos se lleva a casa 18 medallas de oro con una demostración incontestable de su dominio en las pruebas de natación.

En la sesión que cerró el Mundial se produjeron dos récords del mundo más, uno en los 50 braza y otro del relevo 4x100 estilos del equipo femenino estadounidense, lo que dejó en once el número de topes batidos en el Duna Aréna.