Pocas selecciones en el mundo se ven tan capaces de desafiar la supremacía estadounidense como la de Inglaterra, cuya ambición navega entre las botas de Lucy Bronze y el discurso de Phil Neville. Sobre el césped y el banquillo, una y otro lideran esta nueva y descarada generación de Lionesses, que promete no empequeñecerse hoy (21.00 horas) cuando se enfrenten a las defensoras del título, a Estados Unidos. Lyon pone en juego una plaza en la final del Mundial femenino.

En esa orilla quieren verse las inglesas Ellen White, Toni Duggan, Fran Kirby, Nikita Parris y compañía. El reto es colosal: el pase pasa por doblegar a la selección que presume de más entorchados (1991, 1999 y 2015), la única presente en las semifinales de los ocho campeonatos celebrados entre 1991 y 2019.

Jill Ellis y el equipo norteamericano sostienen su favoritismo en su historial y su bagaje en Francia, donde la selección de Estados Unidos permanece invicta. Tailandia, Chile, Suecia, España y Francia sucumbieron a su poderío. En todos esos partidos, las defensoras del título siempre se pusieron con ventaja en el marcador antes del minuto 15 de encuentro.