Las jugadoras del Mann Filter tenían sed de venganza tras la derrota en su casa frente al Sant Adrián. «Tenemos una espina clavada y queremos saldar cuentas», afirmaba antes del partido Gaby Ocete. El equipo de Fabián Tellez es la revelación de la Liga Dia y aprovechó el momento de depresión del Filter tras la lesión de Zlatanova. Y ayer estuvo muy cerca de dar la sorpresa en el segundo cuarto de final de la Copa de la Reina. Pero, tras un último tramo de encuentro fantástico, el Mann Filter se metió en la semifinal de la Copa que se jugará esta tarde a las 16.00 horas contra un descansado y fresco Girona.

Al Mann Filter le invadieron los fantasmas en muchos momentos del partido. El encuentro era trabado, de desgaste máximo, con muchos fallos por los conjuntos. Faltaban cuatro minutos para el final del tercer cuarto y las catalanas mandaban en el marcador por 47 a 43. El partido parecía que se jugaba en Sant Adriá, mientras los aficionados locales estaban mudos. Las zaragozanas tenían el gesto tenso. Pese a la gran labor de Abalde, Ocete y Ferrari, los estandartes del equipo de Víctor Lapeña, no tenían su mejor tarde. El jogo bonito del Filter se atascaba con la brega del rival. Cada canasta de las locales era un sufrimiento. Nadie podía parar a Riley. La diminuta base norteamericana se divertía sobre la cancha. Más parecía que jugaba en el patio del colegio y nada podían hacer por pararla Barbee, Lahuerta y Ocete.

Pero fue a cuatro minutos del final del tercer cuarto cuando llegó un momento trascendente. Ocete se tuvo que retirar por un problema físico al chocar con una rival. Lo que no iba excesivamente bien, podía empeorar. Pero la ausencia de Ocete fue un acicate. Sant Adriá empezó a dejar boquetes en una atlética defensa, fallaba canastas fáciles y Vega Gimeno puso por delante al Mann Filter (52-51). Por aquel entonces ya había vuelto a la chancha Ocete, que con su dirección dio la vuelta la tortilla. Sin hacer su mejor partido de la temporada, el Mann Filter llegaba al último cuarto con una valiosa ventaja de 54 a 51.

En el último cuarto el equipo se revolucionó y saco su casta. Ocete cambió su cara, la tan deseada revancha podía ser posible. La balear contó con una lugarteniente de lujo. Era la incansable Barbee, que hizo una extraordinaria labor de zapa, el trabajo que no reflejan las estadísticas. La norteamericana fue el pulmón, la máxima reboteadora del Filter con 13 rechaces, sumó 16 puntos y tan solo perdió dos balones. Además Paola Ferrari se soltó de forma definitiva y después de unos comienzos muy tímidos, volvió a sacar su garra en los diez minutos decisivos del partido.

El piloto rojo del Sant Adriá se encendió. Riley se echó le equipo a la espalda, pero estuvo fallona y chupona. Un triple de Ocete a falta de dos minutos (68 a 60) daba tranquilidad al Mann Filter en un partido que ya se sabía que iba a ser muy sufrido. El colofón fue un tapón de Luci Pascua a Coulibali. Con la moral por las nubes, las jugadoras del Mann Filter saben que todo es posible en la competición del KO.