Ha llegado el esperado buen tiempo y aunque la montaña está muy cargada de nieve, ha llegado la hora de trabajar. No puedo evitar el recordar esa magnífica campaña que este singular romano realizó durante las guerras púnicas. Al final, una cuestión de estrategia y de sorpresa le dieron una aplastante victoria sobre Cartago. De hecho, algo muy parecido hemos planteado en esta salida hacia lo desconocido. Mas de 12 días de mal tiempo nos han obligado a estar acurrucados en el campo base. Hemos montado el campo 1 a 6.000 metros, pero eso es todo. No hemos conseguido dormir en altura todavía.

Con este periodo de buen tiempo, la lógica nos impulsaría a subir al campo 2, montarlo, dormir en él y concluir, tras el consiguiente periodo de descanso en el campo base, la aclimatación. Pero el corazón dicta otra cosa. Los días empiezan a valer su peso en oro y recordando la osadía de nuestro buen Escipión, he decidido dar un paso más: Lanzar una campaña sorpresa sobre el Gasherbrum I, o por lo menos, luchar por ello. Por tanto, subimos con todo lo necesario para pasar 4 días en altura e intentar llegar hasta lo más alto. No disponemos, por una cuestión ética de difícil interpretación, de porteadores de altura, por lo que nuestras mochilas para esta campaña africana son muy pesadas.

El enemigo

Desde luego, en esta ocasión nuestro ficticio enemigo será tomado por sorpresa, sin duda, al igual que mis dos compañeros cuando oían mis disquisiciones sobre este gran romano. Nada que perder, pues cuando uno se empeña en una valiente acción sólo debe temer el no haberla emprendido antes, y mucho que ganar, la gloria de la cumbre de nuestro sueño, la recompensa del esfuerzo máximo, la alegría de respirar el sutil aire de los 8.000 metros. Difícil, sin duda, pero con el ánimo acrecentado, vamos a trabajar duro y con decisión. Si en esta ocasión el Gasherbrum I no nos tiende la mano, habremos trabajado mucho en altura, finalizando la aclimatación. Además habremos colocado todo nuestro material por la montaña y sobre todo, habremos luchado por lo que creemos. Esta campaña merecerá en nuestro recuerdo un lugar de importancia y solo espero que las fuerzas nos acompañen como al bueno de Escipión.