Las figuras del alero Kevin Durant y del base Stephen Curry volvieron a brillar de manera especial en el tercer partido de las Finales de la NBA al destrozar con su juego ofensivo a la defensa de los Cleveland Cavaliers, que perdieron de locales 113-118 ante los Golden State Warriors.

Durant, con 31 puntos, incluido un triple decisivo a falta de 45 segundos para el final del tiempo reglamentario, fue el líder del ataque y también el jugador clave que mantuvo a los Warriors invictos en los playoffs (15-0) y con la ventaja de 3-0 en la serie ante los Cavaliers, actuales campeones de la NBA.

«Ha sido la victoria más importante y que más necesitábamos de cara a mantener el camino ganador», declaró Stephen Curry. «Para nosotros el tercer partido era decisivo y más después de todo lo que sucedió el año pasado», agregó el base.