Newton y él no serían buenos amigos. Seguramente, de mediarse un encuentro imaginario, el científico se negaría a saludarle, le daría la espalda por dejarle en entredicho. Porque a Edgar Torronteras no le llaman E. T. por azar, por que sí y ya está, si no porque es un marciano que se burla de la ley de la gravedad con un ovni de dos ruedas. Vive colgado del cielo, fusilado por los flashes , mientras se burla de lo imposible con su moto como no lo hace nadie en esta galaxia. Edgar Torronteras, el mejor especialista de saltos acrobáticos del mundo, será la atracción humana del circo del Freestyle que se instala hoy (18.00 horas) en el Príncipe Felipe, primera de las tres paradas (Granada y La Coruña) del Open de España que se inaugura esta temporada.

El término piloto encuentra en él la definición más redonda. Maneja su moto como si fuera un boeing , con el ímpetu suicida de un niño que no conoce el miedo y la maestría de un contorsionista. A sus 24 años este barcelonés, ídolo de Mick Doohan, goza del prestigio internacional gracias a sus piruetas perfectas y sus saltos interminables con su Honda.

SANGRE MOTERA La sangre de Edgar huele a gasolina. Su destino estaba fijado desde chico, cuando con tres años sus padres, ambos moteros , le subieron a su primera cabra . Fue coger el manillar y no soltarlo nunca o, mejor dicho, para soltarlo haciendo el superman a 15 metros sobre el suelo. A los siete años ya compitió en su primer motocross y con 10 se proclamó Campeón de España de 60 cc MX. En su palmarés, además de numerosos huesos rotos, se acumulan galardones nacionales e internacionales, donde figuran con mayúsculas el campeonato de España de Supercross 250cc (1999) y dos victorias en el Big Air de Bercy, la meca parisina del Freestyle . A todas estas copas se une un singular mérito: Torronteras es el protagonista de un popular juego de ordenador.

El Can Can , Whip , Indian Air , Nothing , Dead Body ... son nombres que suenan a poco o nada para la gente de a pie pero que para los aficionados del Freestyle representan palabras sagradas, las acrobacias de grado superior, el más difícil todavía, la cuadratura del círculo. No obstante, en la enciclopedia de los saltos es el Back Flip (mortal hacia atrás) el que alcanza una mayor veneración por su complicada ejecución. Torronteras, que maneja un catálogo de 65 figuras diferentes y es capaz de realizar saltos de hasta 15 metros de alto y más de 50 de largo, es uno de los pocos que lo ha conseguido, aunque fue otro barcelonés (Sydney de Andrés) el primer español en lograrlo.

PRIMERA PRUEBA De Andrés será el mayor enemigo que tendrá Torronteras en el Príncipe Felipe. A los dos catalanes se unirán en este torneo otros seis nombres (José Miralles, Nocolás Ortuño, André Villa, Raúl Lerena, Joel Lozano y pscar Cabanes) que arrancarán el I Open de España de Freestyle. El marco del coliseo zaragozano albergará por la mañana las pruebas eliminatorias y por la tarde llegará el gran espectáculo. Al mediodía los pilotos se citarán para los entrenamientos libres y media hora después se realizará la preliminar de salto de altura, en la que quedarán eliminados los pilotos que no superen los 4 metros.

A partir de las 18.00 horas llega lo realmente bueno. Primero, la altura. Cada acróbata tendrá un intento para superar el listón, que gradualmente irá ascendiendo. El concurso de saltos será el segundo plato. Los participantes dispondrán de dos intentos seguidos y sólo será valorado el mejor puntuado. Como postre, el verdadero momento de la noche, con el Freestyle . Los pilotos tendrán un tiempo limitado en 2 minutos y 30 segundos para realizar seis intentos con los que retar a la ley de la gravedad y demostrar su valor.