Con el empate sin goles en Alicante frente al Hércules, el CD Ebro suma un punto y su cuarto partido consecutivo sin perder en una clara progresión de su fútbol que se refleja frente a diferentes rivales, tanto en casa como en los desplazamientos. El cojunto zaragozano solo ha caído en uno de sus últimos 13 encuentros (en la visita ante el Ontinyent CF), claro síntoma de un bloque que ha madurado en su objetivo de la permanencia, cada vez más cerca. Su creciente seguridad defensiva (ha encajado 10 tantos en este tramo) le han permitido lograr 20 puntos de los últimos 39 disputados. El equipo de Emilio Larraz, décimo en la tabla, es uno de los huesos duros más complicados de roer (es el cuarto equipo más difícil de batir tras Mallorca, primero, Villarreal B, segundo, y Sabadell.