Aunque el Ebro ya estaba ascendido, quiso dejar bien claro que lo ha conseguido por méritos totalmente propios. También hay que decir que en la mañana de ayer contó con la ayuda del colegiado del encuentro, que le favoreció en importantes decisiones.

La primera parte fue trepidante, con un conjunto arlequinado que salió arrollador y que consiguió dos tantos en los cinco primeros minutos de juego, ambos marcados por Fran. Sólo diez minutos más tarde, Sergio puso el 0-3 en el marcador y la impresión de que el partido ya estaba sentenciado.

Sin embargo, el Oliver no bajó los brazos y luchó lo indecible por mejorar el resultado. Aquillué, en el minuto 25, batió a Gabi y fue Longares, a un minuto del descanso, el que puso el marcador en un apretado 2-3.

En la reanudación, Sergio puso el 2-4 en el minuto 55 y pareció sentenciar. Pero con un amor propio digno de elogio, el Oliver fue a por todas y en sólo siete minutos consiguió empatar. Sin embargo, a cinco minutos del final y en una jugada de mala fortuna, Tregón introdujo el balón en su propia puerta, lo que supuso el tanto de la victoria del Ebro.