Nunca han destacado por sus registros goleadores y este año se han destapado a la hora de perforar la portería contraria. La temporada pasada no tuvieron el protagonismo esperado pero, en el presente curso, a pesar de su juventud, Richi Felipe y Adri Ortego, están siendo dos piezas clave en la temporada del Ríos Renovables Zaragoza. Con la primera vuelta ya terminada, Richi Felipe ha sumado 14 goles, el tercero que más ha anotado junto a Adolfo y Bingyoba, y solo por detrás de Paradynski y Dani Salgado, con 16 y 15 tantos respectivamente. El madrileño no está lejos en la lista, ya que acumula 12 goles a pesar de ser cierre.

Richi Felipe, El Rey del segundo palo por su cantidad de goles desde esa posición, nunca ha destacado ni por ser excesivamente rápido, ni por ser el más potente, pero es un jugador que explota a la perfección su inteligencia y pillería dentro de la pista y, aunque reconoce que no se esperaba marcar tantos goles, asegura que es «una alegría muy grande». Este año, con Santi Herrero en el banquillo, está actuando más como pívot en vez de ala, una posición «nueva para mí. Cuando llegué al primer equipo, el resto de posiciones estaban bien cubiertas y pensé por mí mismo qué es lo que podía necesitar el equipo y qué podía hacer yo. Así que decidí que en los entrenamientos iba a tirar por esa posición y me he adaptado bien», asevera.

El cierre madrileño cumple su segunda campaña en el club y tampoco esperaba marcar tanto porque «soy un jugador más defensivo, y llevar doce goles a estas alturas de temporada siendo cierre está muy bien. Creo que ya he cumplido con el cupo para toda la temporada (risas)». Sin embargo, el camino hasta aquí no ha sido nada fácil. El año pasado llegó cedido del Barcelona por dos temporadas y, en la quinta jornada, tuvo la mala fortuna de fracturarse el cúbito y el radio de su brazo derecho y estuvo fuera de las pistas durante cuatro meses. «Fue un palo muy duro. Además, después de estar tanto tiempo parado, incorporarte a la dinámica del equipo es complicado. Fue un año para aprender y ser más fuerte psicológicamente».

En esta campaña está teniendo la continuidad necesaria y, además, con grandes registros goleadores. En ese aspecto, el hecho de compartir minutos con Retamar, también cierre, le permite incorporarse más al ataque. Adri Ortego cuenta que «decimos Reta y yo que lo perfecto es defender como cierre y atacar como ala y, en este caso, si él está actuando de cierre, eso me permite estar en más situaciones de peligro».

Cuestión de confianza

A mitad de la temporada pasada, hubo varios partidos en los que ninguno de los dos jugadores tenía minutos. Adri Ortego estaba en la recta final de su recuperación y Richi Felipe apenas jugaba. De hecho, ante el Elche, el zaragozano estuvo en el banquillo, pero no salió en ningún momento. «El año pasado el entrenador confiaba más en otros jugadores y no me quedó otra que seguir entrenando igual. Todos los minutos que jugué me los gané en los entrenamientos y este año Santi está creyendo mucho más en mí». Además, reconoce que, en esos duros momentos, «el equipo y la psicóloga se portaron muy bien conmigo y me ayudaron a confiar en mí». Además, Richi considera que «si trabajas bien y a gusto, es más fácil demostrarlo en el campo. Entrenaba toda la semana con alegría y llegaba al partido pensando que iba a pasar lo mismo de siempre». Es decir, jugar muy poco.

Sin embargo, en esta temporada con Santi Herrero en el banquillo, Richi Felipe está de dulce y considera que su estilo ensalza sus cualidades porque «estuvo en el primer equipo mientras yo estaba en el filial y las ideas eran las mismas y con la que he estado trabajando desde los 16 años». Adri Ortego le secunda: «También creo que me beneficia su estilo. Dicen que este equipo, fuera de casa, solo juega a defender en zona o que es soso. Es una defensa muy particular en la que haces que el rival esté cohibido durante todo el partido».

Hoy mismo comienza la segunda vuelta, y solo el tiempo dirá si el Ríos Renovables llega al playoff o lucha por otros objetivos. En gran medida, del acierto de ambos dependerá.