La XVII edición del Descenso Internacional del Cinca en Piraguas, que se celebra el próximo domingo, batirá el récord de participación del año 2011 en el que bajaron un total de 722 palistas. Este año se espera que partan en la localidad de Fraga entre 750 y 800 piragüistas, de los que 500 pertenecen a la categoría popular. Toda está preparado para que se dé el cohete de salida a las diez de la mañana a la prueba organizada por la Comarca del Bajo Cinca y que cuenta con el apoyo de los Ayuntamientos de Fraga, Torrente y Mequinenza.

Daniel Sorolla es el director técnico de la prueba. "La expectación es máxima. Este es el año que más pronto se han agotado las 500 plazas populares. En el apartado de competición el año pasado tuvimos 13 clubs y este pasaremos de los 20. Tenemos equipos de Madrid, Extremadura, Valencia, Cataluña, Aragón y Navarra. Esperemos que vengan también de Murcia, País Vasco, Cantabria, Castilla León y Asturias", indica Sorolla.

Está catalogada como prueba internacional oficial de interés especial por la Federación Española de Piragüismo. Pese a que bajará menos agua por el Cinca que el año pasado, las condiciones del río son idóneas. "Además no tendremos las molestas algas. Los 13 primeros kilómetros son con corriente hasta la desembocadura con el Segre. A partir de allí hay un tramo donde los piragüistas tendrán que remar con más fuerza. Los últimos seis kilómetros son en aguas tranquilas en el pantano de Mequinenza y son los más duros. En Torrente hay una zona de porteo para la competición y de avituallamiento para los populares. Allí se dará bebida y la famosa sandía de Torrente de Cinca". Está previsto que lleguen los primeros de la competición entre las 11.10 y las 11.20 horas. "Lo marcará la capacidad física de los palistas y el caudal del río".

Toda la prueba se centraliza desde mañana en el pabellón polideportivo del Sotet. El dispositivo de la organización lo componen 400 personas, con 150 voluntarios de toda la comarca. "Esta estructura permite que los participantes disfruten de todos los servicios y así el éxito está asegurado. Se dedican a la señalización, el marcaje de la salida y la meta, el desayuno, la colocación de pegatinas, el reparto de dorsales... Hay voluntarios en la mitad del recorrido y en la llegada".

La gran experiencia organizativa es un aval para que el descenso se desarrolle sin ningún tipo de problema. "Es una prueba que se desarrolla en tres ayuntamientos, en dos provincias y con una comunidad autónoma al otro lado del río", concluye Sorolla.