«Tenía muchas ganas de jugar este partido. La dificultad... Me gustan estos partidos y creo que puedo ayudar al equipo», dijo después Sergi García, poniendo en palabras lo que ya había demostrado sobre la pista. El joven base no solo fue el mejor y lo mejor de su equipo en la victoria ante el Real Betis, fue el único de la plantilla aragonesa que supo cómo debía jugarse el partido desde que salió a la pista. Puso intensidad, ganas, coraje, valentía, salió con el cuchillo entre los dientes y fue a por el rival de frente. Cuesta imaginar cómo hubiera podido ganar el Tecnyconta Zaragoza el partido de ayer sin la aportación de Sergi García.

Porque no fue sólo que el base hiciera su mejor partido por números. Es que fue el único que puso intensidad, marcando el camino al resto de un equipo perdido y desnortado que solo siguió el ejemplo de su joven base en el último cuarto. Solo o acompañado por Tomás Bellas, Sergi García fue el mejor del perímetro aragonés hasta que Gecevicius empezó a anotar de tres para culminar la remontada frente al Betis y consumar una victoria clave.

Sergi García fue el mejor por la forma en que afrontó el partido y por el fondo, porque no fue solo una cuestión de actitud, es que jugó mejor que nadie. Andreu Casadevall premió su extraordinaria actuación con 25 minutos y al base le dio tiempo de hacer 16 puntos, repartir cuatro asistencias, capturar cuatro rebotes y recuperar cuatro balones para sumar 21 de valoración. Son sus mejores números en la ACB pero, más allá de eso, anuncian que el Tecnyconta tiene base de futuro.

El balear lo tuvo tan claro en la pista como fuera de ella. «Es inadmisible que nos metan 53 puntos al descanso porque todo nuestro trabajo ha de venir desde la defensa», sentenció sobre el encuentro. También supo agradecer el apoyo de la afición, entusiasmada con el partido de un jugador de casa. «La afición me ha llevado en volandas también porque cualquier error que tenía respondían apoyando y me han ayudado a seguir ahí. El club hizo un llamamiento y la verdad es que la gente ha respondido de manera espectacular».

No lo nombró particularmente pero Andreu Casadevall también entendió como clave el cambio de actitud del equipo liderado por Sergi García. «Hemos empezado el partido blandos en defensa y con miedos en lugar de fuerza y garra. Ellos han estado francamente acertados desde la línea de tres, moviendo muy bien el balón y haciéndonos ir a contrapié. En la segunda parte hemos intentado cambiar cosas pero hemos estado condicionados por las faltas y las rotaciones y se han vuelto a ir a 12 puntos al final del tercer cuarto», empezó resumiendo el técnico.

El cambio de actitud, que llevó a su equipo a defender por primera vez en el partido en el último cuarto, fue fundamental. «Después, cuando hemos podido mantener un quinteto con jugadores más activos, con garra, hemos apretado, hemos robado balones y con más espacios y movilidad hemos ido recortando gracias a tiros fáciles y penetraciones. Ahí ha sido cuando nos hemos dado cuenta de que podíamos ganar. Hemos jugado muy inteligente dejando todo atrás para poder ganar el partido. Me quedo con estos diez últimos minutos y pensando que es así como hemos de jugar», añadió Casadevall. Diez minutos para crecer. Sergi García no jugó bien solo los últimos diez minutos, sino los 25 que estuvo en la pista. Ese sí es el camino.