Por fin Sergio Hernández pudo hablar de la defensa de su equipo como algo positivo. Al menos de la del primer tiempo, que dejó al Fuenlabrada en 33 puntos. «Creo que el primer tiempo fue nuestra mejor defensa desde que yo estoy en el equipo y lo combinamos con un buen ataque. Ellos tuvieron que recurrir a defensas alternativas, refugiarse en combinadas o en zonas para parar nuestro ritmo. Aun así conseguimos anotar. El tercer cuarto fue lo malo del partido, nos meten 29 puntos y empiezan muy agresivos. Imaginábamos que algo podía suceder, tampoco era que nosotros fuéramos a seguir sacando puntos y ganar de 50. No nos sentimos bien ahí y nos quedamos con una sensación un poco mala a pesar de que pudimos acomodar el marcador», resumió el técnico.

Pese a ese mal momento, el equipo se rehizo al final. «Volvimos a tener esos fantasmas de defensas muy livianas, pero el último cuarto volvimos a defender bien y a seleccionar bien nuestros tiros. Todo es consecuencia de todo. Como en la vida. Cuando defiendes bien, te sientes poderoso, todo el mundo se siente protagonista, está feliz, todo el mundo colabora, juega mejor y te pasas bien el balón. Cuando defiendes mal, atacas con la autoestima baja. Los anotadores quieren solucionar el problema jugando uno contra uno, los que no son anotadores de oficio no quieren el balón porque estamos en un mal momento. Tenemos encontrar un equilibrio que hoy tuvimos», apuntó el preparador argentino.

Cómo no, tuvo que hablar también de Hlinason, el gran protagonista. «Tuvo un partido muy destacado, no me sorprende. Es buen jugador, finaliza bien, es muy disciplinado, entiende todo, recuerda todas las reglas. Es cuestión de jugar organizado para él. Si haces un buen juego de equipo para que tenga espacios, al haber todavía equipos que lo subestiman, es mortal. Estoy feliz porque todos sabemos que al hablar de Tryggvi lo hacemos de una persona maravillosa. Queremos lo mejor para él», señaló el argentino, que también destacó el hecho de que fuera la tercera victoria seguida de su equipo.

También fue protagonista Elias Harris, que debutó con la camiseta del Casademont. «Bien, lo que esperaba de él. Es un jugador con oficio, inteligente. Se equivoca muy poco y, lo poco que se equivoca, fue por desconocimiento todavía de algunas cosas. No de sistemas, sino sobre si juega de 4, de 5, con Hlinason, con un tirador, si lo hace como 4 abierto… pero es muy, muy inteligente y nos va a dar mucho. Estoy feliz con él».