—¿Cómo se ha encontrado en sus primeros días con el Real Zaragoza?

—Muy bien. La gente es muy maja aquí, te ayudan mucho en todo y los entrenamientos van muy bien.

—¿Se ha encontrado más o menos lo que esperaba?

—Lo que más me ha sorprendido es que haya tanta gente viendo los entrenamientos. No es lo mismo que en Suiza. El interés de la gente y de los medios de comunicación por el equipo es muy superior al que hay en mi país.

—¿Ha tenido algún problema de adaptación?

—La primera semana fue un poco estresante porque no entiendes aún algunas cosas y tienes que gestionar el coche, la vivienda, etcétera. Para una persona que no comprende bien el idioma como yo, no es fácil. También es lo normal.

—¿Se ha propuesto aprender español rápido?

—Sí. Aprendí un poquito durante las vacaciones y ahora, después de acabar la concentración, voy a ir a una academia para aprender la lengua. Si cambias de club y de país, estás obligado a aprender ese idioma para poder involucrarte bien en el equipo y en la ciudad.

(Cambia el inglés por el español por un momento y dice muy despacio: «Poco a poco»).

—¿Por qué eligió el Real Zaragoza?

—Porque es un gran club, con mucha tradición. Me encanta el fútbol español y jugar aquí, en la Liga, era algo que me apasionaba.

—¿Lo considera un paso adelante en su carrera?

—Sí. Cambiar de país ya supone un paso adelante. Es otro tipo de competición, no tiene nada que ver con lo que he vivido. En Suiza yo estaba cómodo, con mi familia y mi vida. Solo el cambio, venir aquí, ya supone un reto.

—¿Sabe que la gente lo puede ver como una de las estrellas del equipo?

—No pienso en eso. Solo espero que hagamos una buena temporada y podamos subir. Es el sueño que tenemos todos aquí. Pero no quiero hablar de si soy la estrella, eso no lo pienso. Quiero ayudar al equipo lo mejor que pueda, el resto no importa ahora.

—Ve el fútbol suizo y el español muy distintos. ¿Cree que podrá adaptarse bien al tipo de juego que hay en España?

—A mí me gusta intentar jugar a fútbol, algo que no pasa en muchas otras Ligas. En España se juega el mejor fútbol de Europa y esa es otra de las razones por las que he venido aquí. Ahora quiero progresar, ir paso a paso hacia arriba.

—¿Le ha gustado el fútbol desde siempre?

—Sí. Desde los 4 años me dicen mis padres que estaba loco todo el día con el balón. No jugaba con otra cosa, solo con el balón.

—¿Se ha interesado por el Zaragoza, por su historia y sus jugadores?

—Claro. Ya sé que el club ha estado más de 50 temporadas en Primera División y que ha habido muy buenos futbolistas. A algunos recuerdo haberlos visto jugar, como a Piqué, Aimar, D’Alessandro o David Villa. Cuando piensas en estos nombres te das cuenta de que no es un club para estar en Segunda División. Sabemos que no va a ser fácil porque hay muchos equipos que buscan el ascenso, pero vamos a hacerlo lo mejor posible para volver al sitio donde el Zaragoza tiene que estar.

—¿Tenía algún ídolo de pequeño, algún jugador que le marcase o le gustase ser?

—No. Me gusta ver jugar a futbolistas como Iniesta o Isco, pero no he tenido ídolos.

—¿Se mueve en la misma parte del campo que ellos?

—Sí. Puedo jugar cerca del delantero, pero también en el centro del campo. Puedo cambiar, mezclar el juego. A veces puedo bajar a recoger el balón más atrás y en otras situarme más cerca de los jugadores de arriba.

—¿Qué puede esperar la afición de Buff?

—Ahora solo puedo prometer que voy a trabajar duro todos los días para alcanzar el éxito. El resto va a venir con el tiempo, los pases, los goles... Por ahora tienen que saber que yo voy a trabajar duro en cada entrenamiento y en cada partido.

—¿Se imagina su primer gol en La Romareda?

—¿De falta o de penalti? (risas).

—O gol olímpico...

—¿Qué es eso?

—De córner directo.

—En Suiza no existen. Nadie los marca así allí (carcajada).

—¿Es consciente de que la afición necesita el ascenso, que se lo van a pedir?

—Claro. Es una gran reto para nosotros. En Suiza también tuve que pelear por el ascenso con un gran club y no es fácil. Allí lo conseguí, pero aquí hay un montón de buenos equipos que quieren lograr lo mismo. Somos mucha gente nueva, pero hay calidad y en poco más de una semana ya nos estamos comportando como un equipo.

—¿Siente el ascenso como una responsabilidad?

—Claro, pero es parte de mi trabajo.

—¿Ha hablado con el entrenador?

—Sí. Hemos hablado sobre el fútbol, mi posición, sus ideas y cómo quiere que juguemos. Veremos. Hay diferencias con el fútbol suizo. Allí la pretemporada es correr y correr. Aquí estamos prácticamente siempre con el balón.

—¿La próxima entrevista la hará en español?

—(resopla). La cuestión es cuándo será.

—¿Después de Navidades?

—Vale.