—¿Cómo afronta el Getafe el partido de La Romareda?

—Como una auténtica final, venimos de un empate en casa que no fue un buen resultado y tenemos que ganar porque queremos seguir arriba. Además no queremos meter a otro equipo con opciones de llegar al playoff, porque el Zaragoza es peligroso y está en buena dinámica. Si les ganamos sería un palo muy duro para ellos, ya que se verían casi sin opciones de llegar.

—El Zaragoza está a siete puntos de la sexta a plaza y a nueve del Getafe. ¿De verdad cree que puede llegar ahí en siete jornadas?

—Esta categoría es tan igualada y tan dura que siempre da opciones. Equipo poseen de sobra para llegar, pero es obvio que lo tienen difícil, que deben ganar casi todos los partidos que les quedan y que afrontan un calendario exigente. Para mí el Zaragoza tiene de las mejores delanteras de la categoría, con Ángel, y jugadores top como Cani, Lanzarote o Zapater, que es un valladar.

—¿Qué cree que le ha pasado al Zaragoza para no cumplir las expectativas en esta temporada?

—Supongo que habrán influido varios factores. No habrán sido capaces de compenetrarse bien la plantilla y los técnicos que hubo antes, la presión... Cuando vino al Coliseum yo dije que era el mejor visitante que había pasado por ahí. No fuimos ni justos vencedores ese día. Es sorprendente que estén tan abajo y que hayan estado aún más hace poco, pero el fútbol tiene estas cosas.

—Antes hablaba de Ángel...

—Es el delantero más en forma de Segunda. Es muy complicado de marcar, no es como la mayoría de puntas de Segunda que van al choque, a la pelea física. Este es inteligente, pillo, rápido y hace muy bien los desmarques de ruptura. Es un delantero grande en esta categoría, al que no le puedes dar ni un metro.

—Hace unos años estuvo en dos ocasiones muy cerca de fichar por el Zaragoza. ¿Lo recuerda?

—Sí, sobre todo en enero del 2012. Un año después, yo creo que mucho menos. El AEK nada más llegar Manolo Jiménez al Zaragoza se negó a dejarme salir, yo quise venir y al final volví en ese mercado al Sevilla. Además, La Romareda siempre será especial para mí porque ahí debuté en Primera.

—El pasado verano se fue al Anzhi ruso y solo estuvo una semana. ¿Qué pasó?

—Se juntó todo, intereses de clubs, un buen contrato, diferentes cosas que me abocaron a decir que sí, pero no fui convencido. Al llegar allí, lo vi todo muy negativo y tuve claro el presentimiento de que no era el sitio, de volverme aunque fuera tarde. Muchas veces los jugadores reciben un montón de presiones, hay muchos intereses de por medio. No me arrepiento, renuncié a una mejoría de salario bastante importante, grande, pero llevo varios años en el fútbol y, aunque aquí estamos todos para ganar dinero, llega un punto en que ese aspecto no es el único, ni el más importante, que hay muchos más. Creo que fue un acierto volver y buscar el retorno a Primera con el Getafe.

—Les costó arrancar hasta que llegó Bordalás.

—Con el primer entrenador (Esnáider) tuvimos un mal inicio. A veces las cosas no salen. Con Bordalás todo cambió, es un técnico con las ideas muy claras, con un estilo de juego fijo y todo empezó a ir bien. Tanto, que en diciembre nos pensábamos que ya estábamos ascendidos. Y aquí si te relajas un poco, te llega el palo. Eso nos pasó a nosotros en enero. Ahora, en los últimos diez partidos, hemos cogido la regularidad otra vez y estamos en buena dinámica, con un once muy definido y sacando resultados.

—¿Les molesta que se diga que los equipos de Bordalás son feos, que juegan mal?

—A mí no me molesta oírlo. Me jodería más que dijeran que jugamos bien e ir en zona de descenso. ¿Que los equipos de Bordalás juegan más práctico? Sí, por supuesto. ¿Que eso le ha dado resultados? Ahí están, le avalan. El buen futbolista es el que se adapta a las ideas del entrenador.

—¿Su quiniela del ascenso?

—El Levante está ascendido y el Girona, al 90%. Nosotros miramos a ese 10% que les falta, aunque tendrían que fallar mucho. Queremos cerrar cuanto antes la vía del playoff. La recta final será emocionante, hay equipos que vienen por detrás, como el Huesca, que están muy bien.