—Ahora que han pasado unos días desde que fue campeón sub-21, ¿cómo se siente?

—Muy bien y muy contento de haber conseguido ese Europeo, sobre todo por el gran trabajo que hemos hecho en grupo y ha sido muy importante y positivo para nosotros. Como nos decía el míster, si hacíamos un buen trabajo colectivo íbamos a conseguirlo y después todo el mundo saldría reforzado.

—Es muy bonito también que le sigan reconociendo en Zaragoza y en su tierra.

—Es una pasada. Cuando me dijeron que iba a tener un encuentro con el alcalde me hizo mucha ilusión, pero no me esperaba el homenaje que me han hecho. Ha sido increíble. Ha estado gente de mi familia, del Real Zaragoza, Federación Aragonesa, Española y de Peñas del Zaragoza y amigos cercanos. Ha sido muy emotivo y solo tengo palabras de agradecimiento a mi ciudad.

—¿Qué significa este título para usted?

—Es algo muy importante. Después de una temporada complicada para nosotros, conseguir este título nos refuerza mucho y hemos acabado la temporada de la mejor manera posible. Me llena de emoción el final de etapa de la sub-21, porque hay jugadores que no vamos a tener más la oportunidad de jugar más con ella, aunque ojalá pueda estar con la sub-23 olímpica en Tokio, que es el siguiente objetivo.

—¿Por qué son tan especiales para usted los Juegos Olímpicos?

—Desde pequeño siempre los he visto. Es cierto que el fútbol no ha tenido la repercusión de otros deportes, pero es lo más grande. Poder convivir con deportistas de primer nivel internacional y conseguir una medalla para España es algo que de pequeño se ve muy lejano, pero ahora está esa opción ahí y vamos a pelearlo.

—Se le vio muy emocionado tras ganar el Europeo.

—Es una mezcla de emociones que no sabría explicar muy bien. Es una combinación de orgullo y de culminación de todo el trabajo que hemos hecho para llegar a ese momento. Hay mucha dedicación detrás y siempre digo que vivimos por y para esto. Cuando consigues el objetivo es como una recompensa al trabajo bien hecho.

—¿Por qué levantó el trofeo con Dani Ceballos siendo que usted era el capitán?

—Dani me comentó que le hacía mucha ilusión que levantásemos la copa los dos juntos y le dije que por supuesto. Después del año que habíamos tenido los dos en el club, que ha sido complicado, levantarla los dos junto con los compañeros iba a ser muy especial y así lo hicimos. Dani es un compañero que me ha ayudado mucho, es el segundo capitán y se lo merece muchísimo.

—¿Cómo es esa sensación de levantar un trofeo tan importante?

—Es la sensación de que no hay nada más detrás, que el trabajo está hecho y solo queda disfrutar de lo conseguido. Es imposible pensar en nada más que alegría y felicidad. Enseguida lo puse para hacernos una foto todos juntos porque valoro mucho el trabajo que ha hecho este grupo.

—¿Qué mensajes le sorprendieron o gustaron más tras ganar el Europeo?

—Por supuesto tuve mensajes de la familia, gente cercana y que trabaja conmigo cada día y que está pendiente de mí, pero me quedo también con los mensajes de excompañeros. Alberto Zapater me mandó uno y fue de los primeros; David Abraham y Omar Mascarell, que fueron compañeros míos en el Eintrach Frankfurt. Al final demuestra que donde he estado he hecho amigos dentro del fútbol.

—¿Qué le dijo Zapater?

—Que enhorabuena, que estaba contentísimo y que descansase porque me lo merecía.

—¿Qué parte de la culpa ha tenido el Zaragoza en este éxito que ha logrado?

—Un porcentaje muy alto. Gracias a los valores que me han inculcado mis padres, en el colegio y por supuesto en el Real Zaragoza hoy puedo estar donde estoy. He estado muchos años en la cantera, he tenido entrenadores y coordinadores maravillosos. Además quiero acordarme de Pedro Suñén, que es una persona muy importante dentro del club. Muchas veces la gente no sabe exactamente el trabajo que hace, pero su labor es fundamental y gracias a gente como él y a otros entrenadores los jugadores podemos tirar hacia delante, porque no solo nos enseñan cosas en el terreno de juego.

—¿Será este el año del ascenso del Zaragoza o es mejor no centrarse en ello e ir poco a poco?

—Coincido con lo que se ha dicho desde el club. El objetivo es el ascenso y creo que es muy positiva esa ambición y esa ilusión por devolver al Zaragoza donde se merece y donde todos queremos que esté. Se está trabajando mucho en ello y claro que hay que tener paciencia, pero el trabajo está ahí. Además quiero destacar el papel de la afición, porque a pesar de que no se está consiguiendo el ascenso, en La Romareda siempre hay un montón de gente, mucha de ella joven, y tiene ilusión. Eso no se tiene que perder porque hará que el Zaragoza siempre esté peleando y que esté considerado como uno de los grandes de España.

—Víctor Fernández también es un aliciente.

—Le conozco y cuando anunciaron su renovación me alegré mucho. Tiene mucho mérito lo que hizo, venir el año anterior al club, y creo que si ha accedido a quedarse es porque confía plenamente en el proyecto.