Eliseo Martín vivirá un día muy particular el domingo. Se presenta por el PAR a la alcaldía de Monzón como número dos de la lista. Se enfrenta a un viejo conocido, Álvaro Burrell, alcalde de la localidad mediocinqueña y excompañero de equipo en el Centro Atlético Monzón. Ayer el atleta vivió una jornada de distensión con los niños del colegio Dominicos y se dio un baño de multitudes en la presentación en Zaragoza de tres cortos sobre el mal comportamiento de los padres en el deporte escolar.

Estas pildoritas las ha dirigido Abdel Agouni y el guionista y productor es Luis Jalle, una institución en el Centro Atlético de Monzón como atleta, juez, técnico y padre de atletas del club oscense. Hizo de magnífico maestro de ceremonias Eugenio García, el director del centro escolar. A las doce y media de la mañana el flamante salón de actos se llenó a rebosar de niños ávidos de conocer al mejor en la historia del atletismo aragonés.

Tras las presentaciones comenzaron las proyecciones en las que intervinieron deportistas como Pol Oriach, Mario Revenga, Nacho Ordín y el propio Eliseo Martín. El primero es ‘¡Basta ya!’, y trata sobre básquet, el segundo ‘La vida es cuesta’ y el tercero ‘Botas rotas’, sobre las penalidades de un niño por las broncas de su padre que al final provocan que el chaval deje el fútbol.

Por la tarde llegó el segundo acto que se enriqueció con la presencia de Iván López, el técnico sevillano que lleva a los equipos masculinos de Primera, juvenil e infantil de Dominicos. Eliseo representa el deporte individual y López el de equipo. Su punto en común es que son referencia de dos grandes canteras aragonesas. A la segunda sesión asistieron padres, técnicos y jugadores.

Martín rompió el hielo recordando sus inicios. «Mi primer deporte fue el fútbol sala. Pero ese ambiente no me llegó a motivar tanto como el atletismo, que es un deporte individual pero también colectivo. Al final me quedé con el ambiente familiar del atletismo. Mi hijo Adrián se apuntó al fútbol con cinco años, acudí el primer día al entrenamiento, vi el ambiente, llegué a casa y le dije a mi mujer que no era el ambiente más correcto. Fue el segundo día y me dijo que tenía razón», dijo.

El técnico de Montequinto analizaba la problemática. «Hay padres que increpan al árbitro o molestan a los técnicos. El papel de este es fundamental. Debe ser ejemplar en su comportamiento, guía para los jugadores y padres. Tenemos que cuidar con mucho mimo lo que decimos y cómo lo decimos a jugadores y árbitros», afirmaba.