Una representación de los empresarios aragoneses que han pasado a controlar accionarialmente el Real Zaragoza tienen previsto reunirse hoy de nuevo con responsables de la Agencia Tributaria para terminar de perfilar el calendario de pagos que piensa realizar el club aragonés para solventar la deuda de 29 millones de euros que mantiene con el fisco. "También tenemos que cambiar algún punto de la propuesta que hemos hecho y ratificar luego el calendario de pagos", señalaban ayer fuentes de la Sociedad Anónima Deportiva. El lunes pasado ya estuvieron en la sede de la Delegación Regional de Hacienda, Javier Lasheras, José Guerra, todavía consejero de la entidad y director financiero de la misma, y un abogado del grupo inversor mexicano que ya ha alcanzado un principio de acuerdo con los empresarios para adquirir el 80% de sus títulos.

Los actuales propietarios del Zaragoza esperaban haber recibido ayer una respuesta de la Agencia Tributaria sobre su propuesta, pero eso no se produjo y hoy intentarán seguir avanzando en ese proceso. Paloma Vilaró, delegada territorial de Hacienda en Aragón, tampoco quiso dar ayer detalles sobre las conversaciones que ha mantenido con los empresarios que han aterrizado en el club aragonés. "No voy a comentar nada de este asunto. Es una obligación legal que nos impide comentar nada sobre cualquier contribuyente. No voy a hacer declaraciones sobre este punto", dijo Villaró a la prensa durante un acto organizado por la Agencia Tributaria.

3,5 A PAGAR EN JUNIO La deuda del Real Zaragoza ronda los 29 millones de euros. De ellos, 3,5 son de pago inmediato, antes del 30 de junio. En esa cifra está incluido el embargo de la licencia federativa (1,9 millones), mientras que el calendario de pagos es para refinanciar un total de 18 millones a los que el club debe hacer frente a partir de septiembre. El resto, unos 7,5 millones, corresponden a otros ejercicios y podrían tener su origen en los beneficios que presentó la SAD en el balance posterior a salir del concurso de acreedores.

El Zaragoza trata de refinanciar los 18 millones de euros que debe pagar a Hacienda a partir de septiembre con arreglo a sus posibilidades económicas en Segunda División, pero no es sencillo por su escaso nivel de ingresos. El problema es que Hacienda no puede supeditar el calendario de pagos al ascenso del equipo a Primera, porque se alargaría el proceso.