—Nunca ha destacado por marcar muchos goles. ¿Qué le puede aportar al Zaragoza?

—En primer lugar, la gente se piensa que soy delantero centro y no lo soy. En todos mis años en el Celtic, por ejemplo, jugué en la zona izquierda, ya fuera en el centro del campo o en el extremo. En la mayoría de las temporadas que he jugado tengo más asistencias que goles marcados. Yo intento ayudar al equipo a ganar partidos, es mi manera de entender el fútbol. Prefiero no marcar pero que el equipo gane a marcar y que no podamos ganar. El asunto del ego lo tengo muy claro. Yo prefiero marcar diez goles y que el equipo quede el primero que marcar veinte y que el equipo sea décimo. El fútbol es un asunto de equipo, un trabajo de equipo, de once jugadores. Al que no le guste, mejor que juegue al tenis.

—¿Ha soñado con su primer gol en La Romareda?

—No. Vamos paso a paso. Yo intento no alterarme con estas cosas, trato de estar centrado en el juego y en el campo.

—¿Puede subir a Primera el Zaragoza?

—Faltan 14 partidos, eso son muchos puntos. Estamos a ocho puntos del playoff, pero en el mes que llevo aquí me he dado cuenta de que cualquier equipo puede ganar a cualquiera. El último puede ganar al primero, los resultados son bastante impredecibles. Nosotros hicimos un buen partido el domingo contra el Numancia, así que si sabemos mantener esa mentalidad y empezamos a ganar partidos, todo puede suceder. Tenemos la calidad, ahora debemos creer en el equipo, en nosotros mismos.

—¿Por qué se marchó tan joven de Grecia, con solo 16 años?

—En Grecia el nivel del fútbol no es el más alto. Tuve la oportunidad de ir a Holanda y no lo dudé. Yo tenía claro desde muy joven que quería ser jugador de fútbol, se presentó la oportunidad y la cogí. Todos necesitamos empezar en un sitio. Pues bien, yo empecé en Holanda.

—Grecia, Holanda, Inglaterra, Escocia, Arabia Saudí, Estados Unidos y España. Son muchos países, culturas muy diferentes. ¿Cree que el fútbol es igual en todas partes?

—No. Pero no tiene que ver con el país. No se trata de que sea Escocia, Holanda o España. Se trata del equipo, de si el club está muy bien organizado, de si la gente que rodea al club realmente lo ama, de si trata de mejorar cosas... El fútbol es igual en todas partes, pero hay equipos en los que te dan algo extra. Los hay en todos los países. Puede que en algunos sitios, en la Premier League por ejemplo, el estilo de juego sea parecido. Sin embargo, hay clubs que son diferentes, más grandes. Como dije antes, esta es la razón por la que la gente del Zaragoza me convenció para venir. Porque este es un gran club.

—Hay jugadores que dicen que cuando llegan al Zaragoza notan una presión extra. ¿Ha sentido eso?

—No. He tenido un montón de presión en mi carrera, como en los siete años en el Celtic. Nunca iba a pasear por el centro, siempre intentaba estar centrado y manejar la presión. Sé que tengo que hablar con los aficionados, soy consciente de que las cosas cambian muy rápidamente en el fútbol, que un día juegas mal y al siguiente marcas dos goles. A veces cambian tan rápido que lo hacen en el mismo partido, pero tengo experiencia, me han ocurrido muchas cosas y siempre he podido con la presión.

—¿Le gustaría quedarse en Zaragoza la próxima temporada?

—No depende solo de mí. Igual yo quiero quedarme y el club no quiere, o al revés. Vamos poco a poco. Primero tengo que encontrar una casa y luego vamos a ver cómo van los próximos cuatro meses.