El Real Zaragoza visita mañana al C.D. Tenerife en un partido que se puede convertir en una encrucijada para el club maño y que podría tener una importante trascendencia en su futuro deportivo.

Tras dos derrotas consecutivas, una tercera en terreno chicharrero encendería todas las alarmas y supondría que las dos anteriores no fueron fruto de dos aciagos días, confirmando una tendencia descendente que le dejaría fuera, casi con toda seguridad, de la zona de promoción de ascenso

Por ello, es más necesario que nunca para el equipo de Paco Herrera sumar los tres puntos en el Heliodoro Rodíguez López, porque un triunfo supondría cortar la espiral negativa y un respiro a la vez que atajar las dudas que pueda tener la plantilla sobre su capacidad para remontar el vuelo y retomar la buena racha que llevaba antes de los encuentros frente al Barcelona B y Lugo, que han sido los que han puesto en estado de prevención a la estructura zaragocista.

El problema para el club aragonés es que esta mala racha está coincidiendo, tal y como ocurriera en buena parte de la primera vuelta donde el equipo se mostró muy irregular, con lesiones de jugadores importantes y amenaza con que se repita la historia.

En esta ocasión Paco Herrera no puede contar con los lesionados Acevedo, Cortés y Barkero ni con el sancionado Alvaro, aunque un equipo que aspira al ascenso directo no puede escudarse en las bajas para justificar la mala imagen de los últimos encuentros.

Por ello, la plantilla debe demostrar que la coincidencia solo es una casualidad momentánea y que los que sustituyen a los ausentes tienen la suficiente calidad como para que el equipo pueda estar a un buen nivel competitivo.

Las ausencias y las dos últimas derrotas van a propiciar cambios en el equipo inicial del Zaragoza frente al Tenerife y las principales novedades serían el regreso a la titularidad del recuperado central César Arzo, en lugar del sancionado Alvaro, la presencia de Víctor Rodríguez en la medular y la duda entre Javi Alamo o el chileno Henríquez en la delantera, siendo los damnificados Luis García y Abraham con respecto al partido de Lugo.

Estas modificaciones vienen dadas también por el intento de que el equipo tenga una mayor capacidad ofensiva y, por consiguiente, gol, algo de lo que ha adolecido últimamente como demuestra el hecho de que en los últimos cuatro encuentros el equipo maño solo ha marcado un tanto (el de la victoria contra el Mirandés).