El partido del domingo en Reus marca un duelo especial con Natxo González como epicentro. Desde que el pasado 21 de marzo este diario reveló la decidida apuesta del Real Zaragoza para que el técnico vitoriano fuera el entrenador el próximo curso, el partido en el Estadi Municipal de Reus pasó a estar señalado en rojo. Mucho más todavía después de que ni el Zaragoza ni el conjunto reusense hayan logrado certificar aún su permanencia en la categoría de plata. Los dos gozan de un cierto colchón de seguridad. Cinco puntos con el Nástic los de César Láinez, que tienen perdido el goal average con el conjunto tarraconense, y cuatro los de Natxo González, que se lo tienen ganado a sus vecinos.

Es decir, el duelo es vital para ambos para dar un paso decisivo de cara a la salvación y, en medio, está el técnico vasco, con el equipo al que dirige, al que llevó a la categoría de plata, y con el que no ha renovado pese a tener una propuesta para hacerlo, y frente al que, salvo giro inesperado, se hará cargo el próximo curso si el Zaragoza sigue en Segunda, ya que un descenso a la categoría de bronce cambiaría el escenario, empezando por la propia supervivencia de la SAD.

Esa misma semana a finales de marzo cuando se reveló que Natxo González apuntaba al banquillo zaragocista, ya se le preguntó al técnico, en la previa del partido del Reus frente al UCAM, sobre ese posible destino. Como no podía ser de otra manera y más con la perspectiva de que en un futuro ambos equipos se podían enfrentar aún con metas deportivas en juego, como así ha sido, el entrenador vitoriano lo negó todo. «No tengo ningún acuerdo con el Zaragoza. Entiendo que en el circo del fútbol vale todo y en situaciones puntuales salen ciertas cosas que me crean intranquilidad y molestia a nivel personal pero que no van a afectar al rendimiento colectivo», aseguró, para añadir: «Por supuesto que acabo contrato el 30 junio y tengo dos opciones: o sigo o no. El Reus me ofreció la renovación. Entendimos las dos partes que no era el momento porque estamos en plena temporada a punto de entrar en el tramo final y aparcamos un poco el tema hasta que el equipo logre los objetivos o acabe la temporada», añadió

El Zaragoza ha logrado levantarse de su caída con Raúl Agné, gracias al estupendo trabajo de César Láinez, que encajó ante el Getafe en La Romareda el sábado su primera derrota en el banquillo después de sumar 11 puntos de 15 en las cinco citas anteriores. El técnico zaragozano siempre ha dejado claro que su labor al frente del primer equipo se circunscribía a estos tres meses, a evitar que el conjunto aragonés baje a Segunda B, un descenso que llevaría aparejado la desaparición. Así, ha cifrado públicamente en «cero» sus opciones de seguir en el primer equipo y lo más probable, casi seguro, es que renueve su contrato y regrese al filial, al Aragón.

Mientras, Natxo González no ha logrado que su equipo mantenga en la segunda vuelta la buena dinámica de la primera, donde el Reus era, en el ecuador de la competición, el conjunto revelación de la categoría, con 30 puntos, en novena posición y a solo uno de la promoción de ascenso a Primera. En los 15 partidos del segundo tramo de Liga solo ha sumado el Reus 15 puntos para complicarse su permanencia, si bien la victoria en el derbi del lunes le ha dado mucho aire. Esos tres puntos permiten al Reus respirar con más tranquilidad y que el duelo ante el Zaragoza no tenga el rango de final absoluta, con Natxo González en medio del foco, que habría tenido si el conjunto reusense hubiera caído en el derbi con el Nástic.

ÁNGEL Y BENITO

No es la de Natxo González la única apuesta del Zaragoza en el Reus para el futuro. Desde hace semanas se ha contado que hasta tres futbolistas están en el punto de mira del club aragonés, Ángel, Folch y Alberto Benito, ya que los tres acaban contrato y no han renovado. El más cercano y muy encarrilado es el lateral izquierdo Ángel, que salvo sorpresa será jugador zaragocista la próxima temporada. Ángel, por cierto, no jugó ante el Nástic por unas molestias musculares, pero sí estará disponible para el que apunta a ser su próximo equipo.

Alberto Benito, lateral derecho, ya estaba en la agenda de Narcís Juliá desde finales del año pasado y se ha mantenido con la llegada de Lalo Arantegui como director deportivo. La mejor propuesta que maneja es la del Mallorca, que incluso podría haber firmado un preacuerdo ya con el futbolista, aunque el posible descenso balear dejaría el camino libre y devolvería al Zaragoza muchas opciones de hacerse con Benito. Mucho más complicado está el fichaje de Folch, centrocampista ofensivo y autor de los dos goles en La Romareda, que está a un paso del Oviedo.