"Si no viene Toño, vendrá otro portero", ha dicho Ángel Martín González, director deportivo del Real Zaragoza, esta semana. El Zaragoza sigue pendiente de que el veterano portero alicantino se desvincule del Elche para ficharlo, pero acabe viniendo Toño u otro portero, parece que Víctor Muñoz tiene decidido conceder de inicio la titularidad a Óscar Whalley, que seguirá con ficha del filial. Esa circunstancia dejaría como tercer portero a Pablo Alcolea si al final no puede salir cedido, aunque en teoría sería el segundo porque en su caso sí que tendría licencia del primer equipo. Pero también podría darse el caso de que pudiera quedarse sin ficha si al final no se marcha y el club necesita su plaza para algún refuerzo de campo. El Real Zaragoza solo puede inscribir a 18 jugadores en la primera plantilla por decisión de la Liga de Fútbol Profesional (LFP).

Con Whalley como uno más del primer equipo y con Alcolea con ficha diligenciada se daría el caso de que el Zaragoza tendría de facto tres porteros en la primera plantilla, mientras que el filial se quedaría solo con uno si acaba saliendo David Aroca. La intención inicial del club es desprenderse de Aroca, que supera el nivel medio de las fichas que se ha fijado en el Zaragoza B para el próximo curso. Entonces debería llegar otro meta para el B o subir al portero del juvenil al filial. Para el Zaragoza B se ha fichado este verano a Sergio Sanz, de 22 años, que ha llegado procedente del Lucena.

El Real Zaragoza debe decidir todos esos asuntos sobre los porteros antes del 31 de agosto, que es cuando se cierra el mercado de verano. Lo primero, no obstante, es reforzar la portería con la llegada de un nuevo guardameta. El portero preferido sigue siendo Toño, pero el meta alicantino no termina de ponerse de acuerdo con el Elche para desvincularse del cuadro ilicitano. Allí tiene dos años más de contrato a razón de 500.000 euros y el club aragonés le ofrece una ficha que ronda los 150.000 euros.