El entrenador del Albacete, Enrique Martín, ha calificado de "chute emocional muy grande" para toda la plantilla la visita al Hospital Clínico Universitario de Zaragoza a su compañero Pelayo Novo, que lleva ingresado desde que el pasado sábado 31 de marzo se precipitó al vacío desde el tercer piso del hotel ABBA de Huesca.

"Vamos a Huesca con un chute emocional muy grande que nos ha transmitido Pelayo y así se lo hemos dicho al resto del equipo", ha explicado Martín tras estar unos minutos en la habitación visitando junto a varios jugadores de la plantilla a Novo.

"El resto del equipo nos ha visto cuando entrábamos, y entras a ver, y nos han visto cuando hemos salido y creo que nuestras caras no tenían nada que ver y esto es muy importante. Es la realidad de lo que hay, que tiene una evolución positiva y ahora a seguir rezando y remando y a continuar este partido que tiene una prórroga larga pero seguro que sacaremos el partido adelante", ha insistido.

Martín ha desvelado que entre algunas de las cosas que le ha dicho a Pelayo Novo es que "no se olvide de la cena que tenía que pagar por una apuesta y quedó que pagaba" y le ha ratificado que "por supuesto que me acuerdo míster y tendremos esa cena".

Los jugadores que le han acompañado en la habitación, Carlos Delgado, Rafa Gálvez, Rubén Miño, Bíttolo y Cifuentes, para visitar a Novo, son los que "estuvieron más cerca en el momento y ellos tuvieron una imagen y había que borrarla y la de hoy ha borrado todo el pasado".

Inusualmente, por estar a poco más de ocho horas de enfrentarse al Huesca, Martín también ha comentado que han hablado de fútbol y "vamos a competir como siempre", aunque no han profundizado en el tema futbolístico y lo han hecho más "en el anímico y la gran alegría y el momento emotivo que enseña que la vida no es solo fútbol y trabajar, sino que hay que vivir y disfrutar cada segundo".

Martín ha subrayado que el partido contra el Huesca lo pueden ganar, perder o empatar, pero "lo importante es que el partido que vamos a disputar con Pelayo seguro que lo vamos a ganar, aunque será más largo de noventa minutos y habrá una prórroga larguilla pero estamos capacitados y tentemos consistencia mental suficiente para aguantar el trayecto y al final ganar".

Aunque no ha confesado si se había escapado alguna lágrima en la visita, Martín ha bromeado apuntando que "ahora se me escapa un poquito y se está mojando un poco el ojo, porque ha sido muy emotivo porque lo que pasó fue muy duro".