El proyecto apunta alto desde el primer momento, incluso antes de que diera sus primeros pasos. La entrada del Casademont Zaragoza en el baloncesto femenino de élite es un seguro y generó unas expectativas muy altas, refrendadas después con el equipo que ha conformado, lleno de calidad y llamado a estar en los puestos altos de la tabla clasificatoria.

Sin embargo, toda esa efervescencia y esas ganas de ver al equipo en acción en encuentros oficiales se están apagando poco a poco. Hay mucha expectación por ver a este nuevo Casademont en la Liga Femenina Endesa, pero de momento el conjunto de Carlos Iglesias sigue a la espera. No solo se le tuvo que aplazar un partido, es que ya van dos. Posiblemente, hasta que exista una vacuna y mejoren las condiciones sanitarias las suspensiones de encuentros sean lo habitual, pero hasta ahora el cuadro aragonés es el más golpeado y aún no ha podido estrenarse.

A menos de 24 horas del debut contra el Cadí la Seu saltó la noticia. La Federación Española de Baloncesto, por no cumplirse las garantías sanitarias, suspendía tres encuentros, entre los que se incluía el de las zaragozanas. Sin embargo, el Campus Promete-Quesos El Pastor y el Al-Qázeres-Araski se pudieron jugar pocos días después.

En la segunda jornada, casi más de lo mismo. El Casademont trasladó a la Federación la situación del equipo, que si bien tenía a todas sus jugadoras en perfecto estado, todavía no había podido entrenar porque debían esperar a las pruebas PCR para poder regresar a la actividad. En definitiva, otra vez retrasado el estreno. En la segunda fecha se tuvo que aplazar el Perfumerías Avenida-Campus Promete por el positivo de una jugadora visitante, pero ya habían podido jugar antes, por lo que es el único que aún no ha debutado.

Mientras, sigue el compás de espera, aunque si todo va bien, el Casademont por fin podrá tener el sábado (20.00 horas) su ansiada puesta de largo oficial, aunque en la complicada pista del Valencia Basket de Cristina Ouviña.