Juan Luis García Velilla ha vivido cantidad de batallas en el balonmano aragonés, pero el veterano técnico nunca se había enfrentado a una situación parecida con la pandemia. Este martes comenzó un reto diferente con el inicio de la pretemporada del Schär Zaragoza, representante aragonés en la División de Honor Plata de la Liga Femenina junto al Dominicos. Es un conjunto muy joven y García, que comienza su segundo año como técnico, ya le ha puesto las cosas muy claras a su plantel. «Somos jugadoras de élite mal pagadas o no pagadas, pero tenemos que comportarnos como tal con nosotros, el club, los patrocinadores y el entorno», explicó el técnico a sus jugadoras.

El equipo aragonés se va a mover en un limbo y ha empezado muy pronto los entrenamientos sin saber muy bien si iniciará la Liga el 29 de septiembre ante el Zarautz. «No soy muy optimista. Estamos en una competición adulterada puesto que los equipos vascos y navarros pueden entrenar de otra manera al estar en la fase 3. Si este tema no se soluciona, el hándicap será tremendo», indica García Velilla.

Eso sí, las jugadoras ya llevan realizando un plan físico durante mes y medio. «La duda era empezar o no y hemos decidido hacerlo porque se pueden hacer muchas cosas. A partir de ahora por la mañana haremos gimnasio y por la tarde iremos al pabellón Siglo XXI y La Almozara». Además, el equipo debe seguir un estricto protocolo: «Vamos al pabellón y nos dividimos en dos grupos de diez. En una parte hacen trabajo físico con Adrián Floria y en el otro hacen técnica individual conmigo, aunque no se permite el contacto y no se pueden hacer partidillos». Aparte, cada jugadora tiene su balón, que desinfecta tras el trabajo y se lo lleva a casa. Tras la sesión se les recomienda que se duchen en su casa.

Otro de los cambios será que este verano no harán una concentración en Canfranc, sino en un pabellón de Zaragoza. «Será de cuatro días y cada una dormirá en su casa», comenta. Y a partir del 30 de agosto, llegan los amistosos. «Esta todo en el aire y el problema es que no se pueden hacer en Zaragoza. Es dudoso que el Loyola pueda desplazarse el 30 de agosto a Zaragoza. Queremos hacer patria compitiendo con Huesca y Ólvega», dice.

El año pasado García pudo salvar al Schär en las últimas jornadas, antes de que llegara la crisis sanitaria y se pararán las competiciones: «Era un equipo desestructurado, con poca ilusión y con problemas anímicos, pero lograron salvar al Schär y necesitaban respirar un poquito. Se han ido dos a Dominicos y seis a La Jota. Estas han tomado unas opciones más cómodas, entrenan menos y tendrán menos exigencia».

Por último, de cara a este curso, el grupo, de 22 jugadoras, será muy diferente: «Respira ilusión ante un proyecto nuevo. Son más jóvenes, tienen mucha calidad y experiencia y han jugado competiciones de alto nivel nacional en escolares. Menos dos o tres todas son de cantera. El núcleo son las ocho juveniles de La Jota junto a cuatro de Colores», comenta. El Schär ha realizado dos fichajes, que son la lateral Nazaret Calzado y la portera África Peinado. «Necesitamos una jugadora más. Hemos centrado el tiro en una central», finaliza.