Daniel Bandrés es un ‘loco’ del balonmano. Piensa mañana, tarde y noche en este hermoso deporte. «Soy un ‘friqui’ y no me parece despectivo usar este término. Todo el día pienso en el balonmano. Como entrenador soy un apasionado y este deporte forma parte de mi vida», explica el técnico zaragozano, que a partir de esta temporada es el capitán de la nave de un nuevo proyecto en Aragón, el Balonmano Zaragoza Ademar, el cuarto equipo en Primera Nacional masculina junto a Dominicos, Huesca y Tarazona. Toma el testigo en la división de Maristas.

Se trata de una iniciativa a la vez soñadora y con los pies en el suelo. Nace con la idea de unir varias canteras zaragozanas con Maristas y Corazonistas en primera persona con los clubs de Ademar y Adecor y mira con ilusión a la legendaria época en la que el Ademar Maristas estuvo en los sesenta del siglo pasado en la élite nacional del balonmano. «Pero sería un error pensar en la Asobal como objetivo. Lo primero es generar sistemas de trabajo, entrenar más y que el balonmano forme parte de la vida de los jugadores junto a los libros o el trabajo. Más adelante buscaremos los resultados. Primero el balonmano como forma de vida y después el rendimiento. Eso ha pasado históricamente en sitios como Maristas, Corazonistas, Helios o Stadium, gente que sentía el balonmano puro y duro. Ahora se pierde está cultura para pensar más en lo social», explica Daniel Bandrés.

«El objetivo es asentar el proyecto y mirar al futuro. Trabajar, trabajar y trabajar y estar lo más arriba posible. No renunciamos a la fase de ascenso, pero no es nuestro objetivo. Es un trabajo de largo recorrido con una plantilla muy joven. Hay muchos juniors a los que les damos nuestro voto de confianza», explica Sergio Durban, un directivo vinculado siempre con la cantera de Corazonistas. Es el máximo responsable con Juanma Giménez. La entidad cuenta con Pablo Hernández como manager general y con el apoyo de dos técnicos de alto calado como Félix Latre y Pepe Martínez.

Los 17 jugadores de la plantilla son aragoneses, la mitad de Ademar, la otra de Adecor y uno pertenece a Almogávar. «Llevan sin competir desde marzo. En la primera fase entrenamos en días alternos y en septiembre aumentaremos las sesiones», dice Bandrés. Y para comenzar la Liga un plato muy fuerte. El derbi con Dominicos en el feudo de los colegiales el primer fin de semana de octubre. «Es una buena noticia. Pero está muy lejano en el horizonte y no podemos perder el tiempo», apunta Bandrés. El Balonmano Zaragoza Ademar quiere traer al mayor número posible de aficionados a sus partidos. Por ello todos sus encuentros como local se disputarán los domingos a las 12.30 horas en el pabellón Siglo XXI.

El origen

El acuerdo de la directiva con Bandrés fue fácil. «Nos pusimos de acuerdo en junio. Les gustaba un perfil como el mío con experiencia en Primera buscando más el rendimiento que el deporte social. Nunca he trabajado en Primera en Zaragoza y era lo que más me atraía», explica el técnico. Como jugador se formó en La Jota y después pasó al Stadium Casablanca. Era extremo y después pasó a ser central en La Almozara y a los 35 años se retiró en Primera en el Balonmano Soria. «Como entrenador estuve en los infantiles del Moncayo, Corazonistas, Stadium, Balonmano Bárdenas de Tudela y BM Soria». No tiene un estilo que tenga como referencia clara. «No quiero parecerme a nadie. Copiar es una mala noticia».

Aunque reconoce que «Xavi Pascual, el técnico del Barca, es el más actualizado a nivel científico».

Sobre el balonmano zaragozano actual, su visión general no es optimista. «En la base hay un trabajo buenísimo en Dominicos, La Jota o Colores. Pero carecemos de un salto al rendimiento porque no se dotan a los chicos de estructuras para desarrollarse», finaliza Bandrés.