Sven Goran Eriksson se mostró ayer compasivo con David Beckham, que falló el domingo un penalti ante Francia, que se acabó llevando el triunfo ante Inglaterra. El seleccionador sueco desveló ayer que se encontró al jugador del Madrid solo en el vestuario, mientras sus compañeros estaban en el autobús. "No quiero personalizar la derrota. No le puedes decir a Gerrard que no le pase al portero en el segundo gol de Francia como tampoco le puedo decir a Beckham que tire el penalti hacia otro lado", afirmó Eriksson, que insistió en que el madridista es el mejor especialista y que volverá a tirar las penas máximas. "Creo que ahora el trabajo será más psicológico que de otro tipo". El centrocampista se autoculpó de la derrota, tal y como recogieron los principales diarios británicos. "Es mi culpa" y "Culpadme a mí" , por ejemplo, eran los titulares de ayer del The Sun y el Daily Mail.