—¿Qué sensaciones le deja la selección después de la primera fase?

—Buena porque se han clasificado. Objetivo cumplido, no voy más allá.

—¿Cómo valora el trabajo de Hierro hasta ahora?

—Prefiero no meterme en el trabajo de otros. No soy de esos entrenadores que juzga el trabajo de los demás. No soy periodista, no entro en ese tipo de valoraciones.

—¿Qué cree que hubiera pasado si Rubiales no hubiera despedido a Lopetegui? ¿Habría cambiado algo?

—No lo sé, pero los temperamentos y caracteres de Hierro y Lopetegui son diferentes. Lopetegui conocía el objetivo y el fundamento de lo que quería hacer y Fernando se incorporó a última hora. Lopetegui ha estado dos años con el equipo, los jugadores conocían su planificación, su plan de juego y lo que él quería de cada uno. Solo ellos pueden saber qué ha cambiado, aunque no creo que a Hierro le haya dado tiempo a transmitir sus ideas a la plantilla.

—A la defensa se la ha visto dubitativa, con un De Gea muy inseguro.

—Cuando se habla de inseguridad defensiva no es justo hablar solo de la defensa, hay que hablar de todo el equipo. Jugando con gente como Iniesta, Silva, Thiago o Isco, todos jugadores ofensivos puros, es difícil defender. A veces los equipos quieren atacar mucho y para ello se pone a gente exclusivamente buena para atacar, pero no sirven para defender. Por ejemplo, De Bruyne es un jugador muy ofensivo que hace un trabajo defensivo muy bueno. Nuestros jugadores, los Silva, Iniesta y demás, no tienen esas cualidades.

—Precisamente se ha cuestionado el estado físico de Silva e Iniesta.

—Los jugadores que llegan lejos en competiciones europeas están muy cascados a estas alturas. Además, los primeros partidos del Mundial son muy farragosos, de mucho desgaste. Muchos equipos salen a no perder y se encierran. España no llega fresca, el primer partido siempre le cuesta, pero a medida que avanza el campeonato suele ir mejorando.

—El partido ante Portugal fue razonablemente bueno, pero desde entonces la Roja, más que mejorar, empeora.

—Pero eso responde a la forma de jugar de los equipos a los que se han ido enfrentando. Contra Portugal hubo momentos de buen fútbol porque Portugal se tira al ataque, juegan en función de Ronaldo y dejan huecos. Cuando se enfrenta a equipos que se basan en el cerrojazo, España sufre. Si el equipo contrario no te deja desarrollar tu estilo, como contra Irán, estás en dificultades. Lo de Marruecos es diferente. Fíjate que estaban ya eliminados, pero es que para ellos, que son vecinos, volverse a Marruecos habiendo ganado a España habría sido un bombazo. Como seleccionador de Libia me he enfrentado a Marruecos tres veces, les conozco, no tienen una mentalidad especialmente profesional, pero tienen buenos jugadores que te crean problemas, sobre todo si no estás fuerte, como es este caso.

—Y en octavos, Rusia.

—Hemos tenido suerte. Ya se sabe que siempre es difícil jugar con los anfitriones en un Mundial, sobre todo porque los árbitros suelen ser muy dulces con ellos, pero ahora con el VAR eso se minimiza, no te van a meter un gol que no es.