España aterrizó ayer en Tórshavn, capital de las Islas Feroe, para seguir con la fase de clasificación para la Eurocopa 2020, tras dos victorias en dos jornadas, con unos partidos que llegan, casi superpuestos, al final de la temporada, con los fichajes al alza y con el interés justo, el primero hoy ante la débil selección nórdica (20.45 h.).

El reto para la selección española es seguir con la consolidación del bloque, con la recurrente presencia de una columna vertebral de jugadores que, ante el previsible nivel del partido en Feroe, podría rotar en favor de una segunda unidad, con vistas al partido ante Suecia en el Santiago Bernabéu (20.45 h.) el lunes.

Ante Islas Feroe, en campo de hierba artificial, la ausencia más trascendente de la selección está en el banquillo, donde Robert Moreno sigue al frente del cuerpo técnico de un Luis Enrique que sigue las evoluciones del equipo desde su domicilio. Desde Kepa en la portería, hasta Fabián o Cazorla en el centro del campo, el once de España podría presentar sorpresas y rotaciones, aunque es una incógnita.