La selección española de balonmano, vigente campeona de Europa, arrancará este viernes (20.30 h.) su andadura en el Mundial de Alemania y Dinamarca con un sencillo compromiso ante Bahréin, que servirá a los de Jordi Ribera para seguir afinando la puesta a punto para posteriores encuentros.

La enorme diferencia que separa a ambos conjuntos garantiza prácticamente el triunfo de los 'Hispanos', que ya derrotaron por un claro 33-22 al conjunto árabe en el Mundial de Suecia 2011, el único enfrentamiento previo entre ambos conjuntos.

No obstante, y pese a la notable distancia que todavía separa a los dos equipos, mucho ha mejorado la selección de Bahréin desde aquel encuentro, gracias al trabajo de distintos entrenadores europeos, entre ellos el español Fernando Barbeito. Barbeito, que dirigió durante casi un año al combinado árabe, dotó de un trabajo táctico a Bahréin que se encargaron de continuar los islandeses Gudmundur Gudmundsson y Aron Kristjansson, el técnico que dirigirá al equipo en este Mundial.

"Han pasado varios entrenadores que digamos que han europeizado el juego", explicó el técnico Manolo Montoya, un gran conocedor del balonmano árabe, tras ejercer durante varios años como segundo de Valero Rivera en la selección de Qatar. "Es un equipo más táctico que antes, que intenta jugar con los pivotes, que intenta crear espacios para las penetraciones y los lanzamientos de proximidad. Digamos que no es tan individual como antes", explicó Montoya.

Pese a este cambio, la principal preocupación del equipo español estará en controlar las acciones del central Husain Alsayyad, máximo realizador del equipo bareiní y el jugador sobre el que gira todo el juego ofensivo del conjunto árabe. "Es el alma de ese equipo. Es el jugador que lleva todo el peso del ataque, pese a que también cuentan con un par de pivotes muy móviles, que se alejan del prototipo de pivote grandón de los equipos árabes", advirtió Montoya.

Argumentos que no deberían poner en aprietos a la defensa española, que tratará de acabar encontrar la solidez que le faltó por momentos durante la fase de preparación, en la que como reconoció el seleccionador español Jordi Ribera, recibió "más goles de los habituales".

Tampoco debería tener problemas el conjunto español pese a la agresividad defensiva, no pocas veces confundida con una innecesaria dureza, de la selección de Bahréin. "Es un equipo que empieza defendiendo 6-0 y luego poco a poco según va transcurriendo el partido va aumentando la profundidad defensiva y eso puede generar algunos problemas, porque individualiza mucho el juego", advirtió el entrenador español Jordi Ribera.

Dificultades que no deberían, sin embargo, poner en duda la victoria de un equipo español, que por encima de un más o menos abultado marcador, tratará de cerrar el choque con Bahréin con las "mejores sensaciones posibles" pensando en posteriores compromisos.

"Lo primero es ganar, eso es lo más importante, y luego generar buenas sensaciones para los siguientes partidos. Si después hay una mayor o menor diferencia en el marcador, será porque hemos jugado bien y hemos estado acertados", defendió el preparador español.