La selección española de balonmano busca refrendar sus buenas sensaciones de la preparación e iniciar con buen pie el Mundial de Francia, en el que los Hispanos debutarán hoy contra Islandia en Metz (20.45 h. Teledeporte). Ausente de los Juegos Olímpicos de Río y fuera del podio (cuarta) en el anterior Mundial, el de Catar 2015, España no puede esperar más para reintegrarse al grupo de los mejores, y para ello tiene una ocasión de oro en Francia, donde podría evitar al potente equipo anfitrión hasta la final si hace las cosas muy bien.

Pero en el primer peldaño se sitúa Islandia, en el primer partido del Grupo B, ante la que el nuevo seleccionador, Jordi Ribera (que llevó a Brasil a los cuartos de final en los Juegos de Río) no podrá contar seguramente con Raúl Entrerríos, el central que lleva la batuta del juego español, junto con Dani Sarmiento. El jugador azulgrana arrastra una distención en el aductor largo de la pierna izquierda y, de los tres partidos de preparación en el memorial Bárcenas de Irún, solo jugó la primera parte del primero.

«Vamos a hablarlo, pero es probable que no juegue y que esperemos unos días más», dijo al respecto Ribera, sucesor de Manolo Cadenas en el banquillo español. Los confirmó luego el jugador: «Ahora lo que toca es recuperarme y estar disponible para el entrenador lo antes posible».

El técnico ha llegado a Francia con 17 jugadores, uno más de los que puede inscribir por partido, debido a que el reglamento le permite efectuar dos cambios en la convocatoria a lo largo del torneo.

Si España tendrá la baja inicial de Entrerríos, Islandia tampoco podrá tener en la pista a una de sus estrellas, el lateral Aron Palmarsson, que ayer abandonó la concentración al no recuperarse de los problemas que arrastraba en la cadera. Una baja a la que se une la del pivote Svavarsson. «Lo importante es que empecemos defendiendo bien y que seamos capaces de tener esta punta de velocidad que tuvimos en Irún para salir al contraataque», aseguró Ribera.