La selección española busca esta tarde (17.30 horas, Cuatro) en Bielorrusia seguir avanzando en su camino hacia el Mundial de China 2019, al margen del conflicto entre FIBA y Euroliga que ha obligado de nuevo a convocar a jugadores menos habituales, para llegar el lunes a Zaragoza con la opción de sellar matemáticamente su clasificación. El seleccionador Sergio Scariolo debe ofrecer aún el roster definitivo, pero puede producirse el debut de Rodrigo San Miguel con la absoluta 15 años después del último aragonés en vestir la camiseta nacional.

Tras los triunfos en los dos primeros partidos de la primera ventana de clasificación disputada en noviembre, el combinado que dirige Sergio Scariolo tiene un pie en la segunda fase, para la que se clasifican los tres mejores de cada grupo. El equipo nacional viajó ayer a Minsk, donde intentará sumar en el Sport Palace su tercer triunfo ante Bielorrusia, un rival al que Scariolo definió hoy como «un equipo atlético y bastante perimetral».

«Tenemos que estar preparados, no sólo para jugar nuestro juego, sino también para intentar limitar sus puntos fuertes», añadió el técnico italiano, que recordó que su rival de hoy «es un equipo atípico que tiene aleros grandes y también buena capacidad de correr al contraataque y de penetrar al aro». En principio, el estado físico de los jugadores españoles es bueno. «Yo creo que llegamos bien, incluso quienes llegaban algo tocados por su actividad en sus clubs se han ido recuperando, al cuidado de nuestro cuerpo médico, y ahora están bastante mejor», añadió.

También ha mejorado la cohesión en un grupo que combina jugadores jóvenes y veteranos que en algunos casos no se conocían y en otros suponía su debut con la camiseta nacional. «Quienes ya han estado aportan su más elevado conocimiento de nuestro sistema de trabajo y de juego, y ayudan a los que han llegado que, por supuesto, han puesto mucho de su parte para entrar rápidamente y acoplarse bien», explicó el seleccionador. En la lista de 16 también están los jugadores del Tecnyconta Jonathan Barreiro, que en la pimera ventana no jugó, y Álex Suárez.