No ha sido un camino fácil pero España estará hoy (20.45 horas, DMAX) donde ha estado casi siempre: en la final de la Eurocopa de fútbol sala. Así ha sido en 8 de las 10 ediciones y solo se le escapó un título, el de 1999 contra Rusia. Con siete éxitos y el cartel de eterno favorito, el combinado de José Venancio López buscará su octava corona ante Portugal en Liubliana (Eslovenia).

Un hombre emerge para evitar ese objetivo de la Roja. Y no es otro que el mejor jugador de fútbol sala del mundo. No es una opinión. Así ha sido designado en cinco ocasiones: 2010, 2014, 2015, 2016 y 2017. Ricardo Filipe da Silva Braga (Valbom, Gondomar, 3 de septiembre de 1985), más conocido como Ricardinho (jugador del Movistar desde el 2013), es el faro de la selección lusa, la magia de un equipo que pretende acabar con la hegemonia española.