La selección española de balonmano consiguió ayer un cómodo triunfo frente a Portugal, la rival más débil de su grupo (27-33). El combinado de César Argilés necesitaba la victoria para seguir con vida en el Europeo de Eslovenia, después de la derrota en su debut ante Croacia. Hoy cerrará la primera fase frente a Dinamarca.

Con este triunfo España casi se asegura la clasificación para la siguiente fase. El de ayer no fue un partido bueno. A pesar del resultado y de la eficacia anotadora de algunos hombres (Iker Romero anotó 11 goles), el juego fue deslucido y estuvo lleno de errores. España ya se fue al descanso con un 12-19 que podía haber sido mayor. En los primeros cinco minutos Hernández, Ortega y García, este último al culminar un contrataque, encarrilaron el partido en el que los lusos no marcaron hasta el minuto 5.

JUEGO ENMARAÑADO El ataque fue efectivo a oleadas. Algunos de los contragolpes bien conducidos por la escuadra española se vieron empañados por acciones torpes en el pase y en la recepción, pero el acierto goleador de Iker Romero, máximo anotador español y del partido, y de Juan García, que marcó seis tantos, no hicieron temer por el resultado. La segunda parte transcurrió por derroteros similares, con un juego enmarañado y sin cohesión, con muchos pases fallidos.

Portugal: Ferreira; Galambas, Resende (8), Coelho (3), R. Costa (4), Rocha (4), Carmo (4), H. Gomes, Pinto, J. Costa (3), Tavares (1), Lópes, Matos.

España: Hombrados; J. Fernández (1), Ortega (2), Hernández (2), Pérez (1), García (6), Romero (11), A. Entrerríos (4), R. Entrerríos (1), O´Callaghan (1), Belaustegui, Garabaya (1), Parrondo (3).