Evenció a Serbia por 73-89 en un partido intrascendente para ambos pero en el que los jugadores se emplearon con dureza, sobre todo en la primera parte, para cerrar la primera fase del Mundial como líderes del grupo A e invictos. España se medirá ahora en octavos de final a Senegal mañana (22.00 horas) en Madrid (ver gráfico). Sin nada en juego por ninguna de las dos partes, la selección y Serbia salieron desbocados desde el inicio, presos de un ímpetu anotador desenfrenado que les hizo acabar el primer cuarto con un marcador muy alto, 20-34.

Lejos de ser un partido poco menos que amistoso, los dos equipos se emplearon con fuerza, lo que costó una falta doble a Rudy y Kalinic. Esa dureza, sin embargo, no significó buena defensa, como lo demuestran los guarismos, con Pau Gasol y Juan Carlos Navarro especialmente inspirados. En el segundo cuarto se frenó un tanto la vorágine anotadora, aunque fue por rachas. España pareció sentirse cómoda y Serbia se acercó con un 33-41 (min. 15).

Hubo pronto reacción con calidad, clase y contundencia. Ricky hizo un caño espectacular que remató Calderón con un triple y casi al final del cuarto Ricky facilitó el alley-hoop de Rudy, ante la algarabía de la grada. La ventaja española ascendió hasta el 35-54 del descanso.

El pase por vestuarios enfrió a ambos equipos, pero la ventaja local aumentaba (37-62). Pero la ventaja quedó reducida a diez puntos (64-74) a falta de seis minutos. Dio igual. España apretó otra vez el acelerador.