La selección renació a base de orgullo y trabajo para vencer a Canadá por 53-68 y clasificarse para semifinales del Mundial de baloncesto, que se está disputando en Tenerife, y luchar por las medallas. La zaragozana Cristina Ouviña volvió a tener un papel importante desde el banquillo, aportando 9 puntos. El equipo español preparó lo cuartos de final con esmero. Su plan de partido fue como dijo el seleccionador, Lucas Mondelo: cerrar en defensa para evitar los rebotes ofensivos de Canadá, una de sus principales fuentes de puntos; disminuir las pérdidas de balón y atacar la canasta contraria lo más directamente posible. En una palabra hacer que Canadá luchara en las trincheras, cuerpo a cuerpo, para evitar que su superioridad física generara ventajas importantes.

Sin embargo, España tuvo un inicio poco fluido en ataque y el partido se puso 14-6 para las canadienses. La selección no perdió la fe y continuó dejándose la vida en defensa, lo que le permitió darle la vuelta al marcador cuando encontró el acierto ofensivo y marcharse al descanso ya en ventaja (27-19). La igualdad presidió el tercer cuarto, dejando todo por decidir para los últimos diez minutos. Ahí España estuvo más firme, más segura, y conforme crecían la esperanza y la convicción del equipo de Lucas Mondelo fueron decayendo en el conjunto canadiense. Dos triples seguidos, el segundo de Ouviña, pusieron el 50-62 a falta de cinco minutos y el éxtasis en el pabellón tinerfeño. Australia espera hoy en semifinales (21.00 horas). En la otra se medirán Bélgica y Estados Unidos, la favorita.