La selección española femenina de balonmano accederá a la segunda fase del Europeo de Francia con cero puntos en su casillero tras caer ayer por 32-26 ante Hungría en un encuentro en el que el conjunto español, carente de la más mínima solidez defensiva, se vio abocado desde el principio del encuentro a una contundente derrota.

A la selección le costó un mundo meterse de lleno en el partido, especialmente en defensa, donde las de Carlos Viver apenas recordaron al agresivo equipo de las dos primeras jornadas. No consiguió ni generar en ataque a pesar de las rotaciones ni cerrar la retaguardia, lo que impidió el triunfo.

En la segunda fase, además de con la potente Alemania, las guerreras se enfrentarán a las selecciones de Rumanía y Noruega.