La tierra de Hamlet vivió ayer un vibrante juego de tronos. Los campeones del mundo y olímpicos se medían ayer por un puesto para la final continental. España buscaba una corona que le es esquiva ante una Francia sedienta de sangre tras su humillación en el Mundial. Les Experts, que han ganado cinco de los últimos siete grandes torneos, se han plantado en Dinamarca con la determinación de reivindicar la supremacía perdida. Pese a un esplendoroso Cañellas (10 goles de 11 lanzamientos), los hombres de Cadenas acabaron hincando la rodilla en un vibrante pulso en el que acabaron condenados por los errores en el final (30-27). Mañana, antes de que Francia se juegue el trono con Dinamarca, España luchará por el bronce con Croacia.

Nikola Karabatic, mariscal de campo del ejército de Claude Onesta, simboliza como nadie el hambre del depredador galo. El central, que recuperó su fortuna y magia con su fichaje por el Barça tras un inicio de 2013 para olvidar, se medía junto al también azulgrana Sorhaindo a sus cinco compañeros en el Palau (Gurbindo, Víctor Tomás, Entrerríos, Sarmiento y Viran Morros). El resto de Hispanos juegan fuera de la Asobal, en Francia, Dinamarca, Alemania, Hungría... Pero ayer, sobre la pista y con una final a la vista, no había amigos. En un pulso titánico, a los arreones bleus (9-4 inicial) respondían con redoblada fiereza los españoles (parcial de 1-8, con los mejores minutos de Sierra, para irse al descanso con 12-14).

La portería y los extremos terminaron siendo decisivos. Mientras España apenas encontró a sus alas (2 goles de Tomás, uno de Rivera y otro de Ugalde), las francesas fueron un tormento (8 goles de Abalo, 5 de Guigou y 7 de Porte, ayer reconvertido en lateral). Omeyer, que perdió fuelle tras un inicio espectacular, cedió su puesto a Dumoulin, que acabó decidiendo el choque. Dos intervenciones del meta a disparos de Rivera Folch y Maqueda, unidas a una pérdida de Víctor Tomás en el tramo final, acabaron sentenciando al choque pese al esfuerzo hercúleo de Cañellas. "Estamos rotos. Que haya jugado un buen partido no me importa porque perdimos", comentó. "Toca levantarse --apuntó Cadenas--. Hay una noche para asimilar una derrota que duele. Hay que sacar fuerzas por una medalla de bronce que haría ilusión". Los campeones del mundo intentarán hacer un último esfuerzo para volver a un podio continental que no pisan desde 2006, en el Europeo de Suiza. Entonces también fue Francia quien le condenó a la plata.

El nulo aprovechamiento de las superioridades fue otro de los lastres de España. "Nos hemos sido capaces de aprovechar las superioridades numéricas, con un jugador más no hemos estado acertados en defensa, curiosamente ello con un jugador menos han estado más libres, que cuando hemos jugado seis contra seis", señaló Cadenas. "Abalo y Porte nos han matado. Hemos sido capaces de controlar bien a jugadores como Nikola Karabatic o Daniel Narcisse, y sin embargo, a lo mejor a Porte quizá le hemos dejado lanzar desde demasiado cerca", añadió.