Deian, uno de los gemelos Ivanov, el número cuatro, el de las zapatillas azul eléctrico, tiene el balón en el último segundo, Bulgaria pierde de dos y está a poco más de cinco metros del aro. No le vale el empate. No quiere forzar una prórroga. Da un paso atrás, se sitúa tras la línea de 6,25, suelta la muñeca y lanza un balón que vuela para darle a Bulgaria la segunda victoria del torneo y dejar a España con la boca abierta tras su primera derrota.

El equipo de Txus Vidorreta se relajó tanto que acabó perdiendo. España tenía asegurada su presencia en la fase decisiva, cuyos partidos podrán verse íntegramente en la página web de la FIBA dos horas después de su conclusión, pero ayer podía haber asegurado el primer puesto, pero no supo terminar el partido a tiempo ante un equipo manifiestamente débil, basado casi exclusivamente en los hermanos Ivanov. Durante el primer tiempo, España sobrevivió gracias a las asistencias de Sergio Rodríguez y a los puntos de Carlos Suárez. El 12 de España pasa inadvertido pero siempre está entre los máximos anotadores. Su presencia no se nota en la pista, pero consiguió 30 puntos.

EL REY DE LAS ASISTENCIAS Rodríguez, omnipresente, volvió a dejar gotas de su calidad con triples, penetraciones y, sobre todo, con asistencias. Antes de empezar, lideraba la clasificación en ese apartado estadístico con una media de nueve por partido. Ayer ofreció 12. Vidorreta lo sentó en el segundo cuarto y dio entrada a Marc Sobrepera, que jugó sus primeros minutos del torneo, y el equipo y el partido lo notaron. Fueron unos minutos con muy pocas canastas. Bulgaria, por debajo en el marcador, decidió acortar distancias por el camino más corto, a base de triples. Hasta 15 intentó, pero sólo logró cuatro.

Tras la reanudación volvieron los teóricos titulares y España encauzó el marcador. Pudo romper el partido a falta de 16 minutos para el final. Ganaba de tres y dispuso de una antideportiva, pero ni por esas. El partido se fue complicando por momentos en el último cuarto, y eso levantó al público, que animó de manera entusiasta y ruidosa a los jugadores hasta el final. España lo tenía casi hecho, supo ponerse por delante a falta de cinco segundos. Pero no contó con Deian Ivanov. Ahora tendrá que jugarse el primer puesto del grupo contra una desconocida Turquía, esta misma noche.