España estará presente a partir de mañana con nueve deportistas en Gwangju. En estos mundiales disputados en Corea del Sur, Mireia Belmonte sigue siendo la mayor esperanza del conjunto nacional a la hora de competir por las medallas. Junto a Belmonte, España cuenta con Jessica Val, otra atleta con una inquebrantable determinación, que ya sabe lo que es colgarse una medalla mundialista.

Hace dos años en Budapest, Belmonte fue una de las estrellas del Mundial: oro en 200 mariposa, plata en 400 estilos y en 1.500 libre. A Gwanju, la badalonesa de 28 años llega también cargada de ilusión por volver a la escena internacional, pero consciente de lo complicado que será el reto por una preparación incompleta. Los problemas de vértigos que la tuvieron en jaque durante toda la pasada temporada, solo le han permitido trabajar con normalidad desde enero, aunque volverá a repetir su exigente calendario: 200 mariposa, 200 y 400 estilos, 400, 800 y 1.500.

«Está a un 100% del trabajo que hemos podido realizar, pero no como en Río o Londres. Va a ser un Mundial complicado para ella, pero va a pelear como siempre. Si entra en finales, genial. Si gana una medalla será fantástico», explica su técnico Fred Vergnoux, que ejercerá en Gwangju de entrenador jefe de la selección española, consciente de que Belmonte solo se aceca ahora mismo a sus mejores tiempos en los 400 estilos, la última prueba que nadará el domingo 28.