La selección española se clasificó ayer para los cuartos de final del Mundial de baloncesto, al vencer, por 89-56, a una correosa Senegal que vendió cara la derrota y que luchó hasta el final. Después de ganar por 39 puntos de diferencia (88-49) en un partido de preparación a este mismo equipo el pasado 18 de agosto, quien pensase en un plácido enfrentamiento de octavos de final ante Senegal se equivocaba por completo.

Los africanos salieron dispuestos a vender cara su derrota y a plantear un partido muy físico, el único aspecto en el que pueden superar a España. La selección española, por su parte, decidió ahogar a Senegal con su defensa de anticipación e intentar correr. Ricky Rubio y Pau Gasol lo entendieron a la perfección y lo ejecutaron con presteza.

Robo de Ricky, pase largo y Pau que culmina el contragolpe. Nada hay más sencillo y efectivo, casi tanto como difícil de ejecutar. Si a este aspecto sumamos la defensa de Marc Gasol sobre la estrella africana, Gorgui Dieng, que se quedó sin anotar en el primer cuarto, tenemos una buena explicación del 23-17 con el que finalizaron los diez minutos iniciales.

El 6-0 inicial de los españoles y los 13 puntos de Pau Gasol en los primeros ocho minutos de partido, fueron contrarrestados a base de fuerza, esfuerzo, ganas y trabajo, mucho trabajo, por parte de los senegaleses.

En el segundo cuarto del partido, la calidad de los españoles comenzó a imponerse paulatinamente, aunque los africanos se resistieron cuanto pudieron, con una defensa en zona con mucha libertad para presionar al poseedor del balón. Y sin ninguna cortapisa en ataque, sobre todo para penetrar y llegar lo más cerca del aro posible.

Al descanso, 41-28 y la selección de Senegal liderando el apartado reboteador con 23-16, siendo 12 de los 23 en ataque. Otro aspecto a destacar fue la escasa puntería de los tiradores españoles desde la larga distancia con un 1 de 11 en triples y sólo un 8 de 14 en tiros libres.

CRECE LA DIFERENCIA Tras el paso por los vestuarios, el equipo español mantuvo el nivel, mientras que Senegal vio sus fuerzas y efectividad menguar al mismo ritmo que el cronómetro del partido. Las manos defensivas de Ricky Rubio y la velocidad de Sergio Llull al contraataque fueron haciendo crecer la diferencia hasta un 53-31 (minuto 25), casi coincidiendo con la primera canasta de Dieng, el jugador NBA de los africanos.

La cuarta personal de Serge Ibaka, la última en una técnica bastante rigurosa, abrió una posibilidad al físico de los africanos, pero el equipo español cerró esta vía y el tercer cuarto concluyó con un marcador de 62-43 casi definitivo.

José Manuel Calderón se sumó a la fiesta de la selección española con tres triples para alcanzar un 70-48 (minuto 33) y poner el lazo decorativo a una brillante clasificación para cuartos de final del Mundial. Los últimos cinco minutos del partido solo sirvieron para llegar al 89-56 final.

Senegal no lo puso fácil pero se tuvo que rendir ante la superioridad técnica mostrada por el equipo español, que se enfrentará a Francia el próximo miércoles a las 22.00 horas (GMT +2), con una plaza para una semifinal de por medio.