Segundo día sin parte médico. Bueno, parte médico no ha habido ninguno desde que, el pasado domingo, Michael Schumacher, el más grande campeón de F-1 de la historia, se estrellase esquiando e ingresase, en estado crítico, en el Hospital Universitario de Grenoble, donde sí se han producido dos encuentros consecutivos del equipo médico que atiende a Schumi ante cientos de periodistas.

Ha pasado un día más y ni los doctores ni Sabine Kehm, mánager y portavoz de Schumacher, han abierto la boca, lo que significa que todo sigue igual, con el cuerpo del mito alemán ingresado en la UCI, rebajada su temperatura, la de su cuerpo y la de su cerebro a 35 grados y tratando de que, como ayer mismo reconoció el campeonísimo austriaco, Niki Lauda, "alguien allá arriba, Dios, por ejemplo, decida ayudarle".

Mientras todo eso ocurre, los rumores, las falsas noticias y, sobre todo, las redes sociales han convertido la estancia de Schumacher, su familia e íntimos amigos en una auténtica tormenta de falsedades y pronósticos sin sentido. Y los hay que incluso aseguran que ni siquiera la propia Sabine Kehm se ha librado de ser acusada de haberse inventado la historia del periodista del sensacionalista Bild alemán disfrazado de cura para conseguir una foto del expiloto en la UCI. "Eso se lo inventó Sabine para frenar a la prensa, para que nadie se atreviese a cometer una travesura de esas dimensiones", cuentan los informadores que hacen guardia en el aparcamiento del hospital.

Todo es posible, sí, todo. Los ferraristas han denunciado al campeón británico Lewis Hamilton en internet por haber colgado, hace un par de días, una foto suya esquiando "¡sin casco! ¡menuda irresponsabilidad!" en Colorado (EEUU), cuando todo el mundo sabe que ni los campeones de esquí de fondo, que es lo que está practicando Hamilton en esa foto, lo llevan.

La locura ha llegado al extremo también de que un equipo de enviados especiales de La Gazzetta dello Sport ha tratado de convencer a miembros de la Gendarmería de la comisaría de Bourg Saint Maurice, donde investigan el accidente, para que le dejasen fotografiar el casco roto de Schumacher.

Las muestras de cariño siguen inundando los alrededores del hospital donde hoy habrá manifestaciones silenciosas de aficionados, el día que el as alemán cumple 45 años.